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Celebramos el día de Ada Lovelace, considerada la primera mujer programadora, con cuatro historias inspiradoras de mujeres 42

El número de mujeres en profesiones STEAM no ha dejado de crecer en los últimos años. Sin embargo, todavía representan una minoría frente a los hombres (El 35% según datos de Forbes). Por ello, dar voz a aquellas que se han decantado por este tipo de áreas, entre las que se incluye la programación, es fundamental. Por un lado, para demostrar que sí, ellas también programan y, por el otro, para dar ejemplo a aquellas que puedan interesarse por seguir sus pasos.

Formarse en programación es una oportunidad para desarrollar una carrera profesional con garantías de futuroindistintamente del género de las personas interesadas en ello. Sin embargo, para las mujeres, este tipo de especialización repercute, de forma activa, en la reducción de la brecha de género.

Desde el año 2009, el segundo martes del mes de octubre se celebra el día internacional de Ada Lovelace, pionera de la informática, para hacer visibles los logros de todas las mujeres que trabajan en el ámbito STEAM.

Desde Fundación Telefónica tenemos un firme compromiso con promover el talento femenino en las disciplinas STEAM. Uno de nuestros proyectos estratégicos son los campus de programación 42, considerados en 2023, según el ranking WURI, como una de las 10 universidades más innovadoras del mundo, están abiertos a que cualquier persona mayor de 18 años con ganas de aprender a aprender y formarse en los perfiles digitales más demandados pueda hacerlo gratuitamente.

 

Cuatro historias para celebrar el día de Ada Lovelace

Figuras como Ada Lovelace, que fue una pionera, siguen siendo relevantes porque la brecha de digital de género sigue vigente tal y como muestran, por ejemplo, los datos arrojados por el informe “Women in the Digital Age” de la Comisión Europea en 2022 que señalaban que por cada 1.000 mujeres graduadas en educación superior en la UE, sólo 24 lo estaban en áreas relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación mientras que de cada 1.000 graduados hombres, 92 estudiaron en el ámbito TIC, casi cuatro veces más.

En este contexto, los campus de programación 42 y, en especial, sus Piscine Discovery Women’s Edition, son una oportunidad para todas aquellas mujeres que quieran adentrarse en el mundo de la programación de forma gratuita, a su ritmo y aprendiendo con un método único: sin necesidad de conocimientos técnicos y entre iguales.

¡Así nos lo cuentan cuatro de sus protagonistas: Sonia, Natalia, Àngela y Maddi!

 

Sonia Flores de 42 Madrid

 

Sonia Flores llegó a la capital con tan solo 17 años. Aunque, no fue hasta los 27 cuando 42 se cruzó en su camino y cambió su vida para siempre.

Cuando le preguntan por el modelo de aprendizaje en el campus, Sonia dice que «42 es una puerta mágica, solo necesitas tener claro lo que quieres al otro lado, creer que todo puede ser y esforzarte para que sea»

Su transformación comenzó en el verano de 2022, cuando se aventuró en la Piscine Web Discovery Women’s Edition de 42 Madrid, un desafío de cinco días donde aprendió a crear una web y le llevó a lanzarse al proceso de selección de estudiantes, conocido como piscina. Esa experiencia de 26 de inmersión en la metolodología 42 la describe como «increíble». En ese momento se comprometió con el modelo por completo, afirmando que «ya le había dado el ‘sí quiero’ desde el primer día». Afortunadamente, 42 también correspondió a su compromiso y la seleccionó como estudiante.

Después de tres meses Sonia logró lo que tanto anhelaba: encontrar trabajo como desarrolladora de software. Su perseverancia y la ayuda de sus compañeros y compañeras fueron clave para alcanzar este logro. «Mi mayor aprendizaje en 42 ha sido el desarrollo de la constancia y la capacidad de encontrar recursos por mí misma y solicitar ayuda a la PIÑA para avanzar», revela, destacando la importancia de aprender a superar obstáculos y buscar apoyo cuando es necesario.

42 no solo le enseñó a programar; también le brindó lecciones valiosas sobre la gestión del tiempo, la estructuración y el rendimiento. En sus propias palabras, «Aprendes también a programar tu vida, gestionar tu tiempo, tus recursos, estructurarte, procurar el máximo rendimiento, etc.»

Ante la pregunta inevitable de si alguna vez consideró abandonar el curso. Sonia confiesa que sí lo pensó, pero encontró la fuerza para seguir adelante gracias a su tolerancia a la frustración y su confianza en sí misma. Además, destaca el sentido de comunidad en 42, donde se forma una especie de «familia» que brinda apoyo y camaradería.

Para aquellas que dudan en sumergirse en la piscina de 42, tiene un mensaje claro: «Le diría que lo intente, que no tiene nada que perder, que es una experiencia única. Que esto son respuestas reales y que las oportunidades están ahí, esperándole. Y nosotros también«.

 

PUEDES LEER LA HISTORIA COMPLETA DE SONIA AQUÍ

 

Natalia Vázquez de 42 Málaga

 

Natalia Vázquez, con 28 años y experiencia previa en hostelería, tomó la decisión de probar suerte en el mundo de la programación por casualidad. Estaba viviendo en Japón, pero la pandemia la obligó a regresar a España, donde encontró trabajo como camarera… Hasta que 42 llegó a su vida.

No tenía conocimientos técnicos previos, de hecho, ella misma señala que «de no saber ni lo que era una terminal, ahora siento que estoy aprendiendo un montón en muy poco tiempo”. Y si algo destaca de los meses que lleva como estudiante de 42 Málaga, tras haber superado la piscina, es que, además de haberle cambiado su vida, “siempre hay personas que están siempre ahí para ayudarte. Es como que hemos creado una pequeña familia, algo que no pensaba que fuera posible”.

A pesar de los obstáculos, aclarara que nunca consideró abandonar: «Yo sabía que iba a empezar esto y lo iba a terminar, con mejor o peor resultado, pero que lo iba a terminar e iba a conseguir llegar hasta el final».

Por el momento, su objetivo es continuar aprendiendo y explorar nuevas oportunidades laborales en el extranjero. Además de la programación, Natalia ha aprendido a manejar la frustración y a superar desafíos personales.

Ella recomienda la experiencia de Campus 42 a todas aquellas personas que busquen un cambio en sus vidas. Su consejo es claro: «Estoy intentando convencer a mi hermano y poco a poco lo estoy consiguiendo. Así que le diré: ‘si te gusta nadar, lánzate a la piscina'».

PUEDES LEER LA HISTORIA COMPLETA DE NATALIA AQUÍ

 

Àngela Güerri de 42 Barcelona

 

 Àngela Güerri, también conocida como «aguerri», es una joven de 26 años que también ha emprendido un viaje emocionante hacia el mundo de la programación gracias a 42. Originaria de Barcelona, su fascinación por los números, la lógica y las ciencias la llevó a considerar una carrera en informática desde temprana edad. Sin embargo, los estereotipos de género la hicieron dudar de que realmente fuera su camino.

Después de completar su grado en Ingeniería Industrial, Àngela trabajó en el sector de la construcción durante un tiempo, pero no se sentía completamente cómoda en esa industria. Decidió tomarse un año sabático dedicado a proyectos personales relacionados con el voluntariado social.

Después de ese período fue cuando Àngela descubrió campus 42, lo hizo gracias a una amiga: «Mi amiga, que había completado la piscina el año anterior, me recomendó el programa. Me atrajo mucho que la piscina consistiera en afrontar varios retos y superarlos con la ayuda de los compañeros y compañeras. ¡Así que me apunté!»

En lo que respecta a la metodología de los campus de programación gratuitos, destaca que: «Me ha sorprendido mucho el buen ambiente que existe y la predisposición de la gente para ayudarte. Realmente, el peer-to-peer es clave para superar la experiencia con éxito. Quizás en algún momento te atascas en un punto y sientes frustración, pero si preguntas, la gente te ayuda y vas viendo que el trabajo da resultados para seguir avanzando.”

 Sobre su experiencia en 42 Barcelona, Àngela destaca las oportunidades que ofrece el campus: «42 Barcelona ofrece oportunidades. Lo veo sobre todo en que, en estos últimos meses, que buscaba trabajo de forma activa, no tenía claro del todo mi camino. ¡En el campus veo que mucha más gente se encuentra en esta situación y es totalmente normal! Ves a personas de cuarenta, cincuenta años, buscando un cambio y esto me da mucha seguridad para seguir adelante.»

PUEDES LEER LA HISTORIA COMPLETA DE ÀNGELA AQUÍ

 

Maddi Monclus de 42 Urduliz

 

Tras diez años en Reino Unido, Maddi regresó a Bilbao y tomó la decisión de redireccionar su carrera profesional hacia el campo de la analítica de datos, aprovechando su formación en Psicología. Para adentrarse en el ámbito tecnológico, comenzó con un pequeño curso que le proporcionó conocimientos básicos de Python, SQL y Machine Learning.

Fue entonces cuando un amigo le habló del campus gratuito de programación de 42 Urduliz y esta oportunidad de aprendizaje la intrigó. Completó los dos test online necesarios para tener plaza en la piscina y en menos de dos semanas se lanzó a ella. Casi un año después, Maddi ha podido adquirir nuevas habilidades, aprender diferentes lenguajes de programación y ampliar sus conocimientos, todo lo necesario para su futuro como analista de datos.

Cuando se le pregunta qué significa 42 para ella, lo resume en una palabra: «Comunidad». En 42, ha encontrado un lugar donde puede crecer y aprender junto a otros apasionados por la programación. Confiesa, de hecho, que ha descubierto que le gusta mucho más de lo que había imaginado y añade: “Soy una persona proactiva que siempre necesita aprender más y avanzar, y la programación funciona básicamente de esa manera. Uno siempre encontrará algo nuevo que aprender y problemas que resolver”.

Además de programar, Maddi también ha aprendido a lidiar con la frustración. “Hay veces que el código no funciona, días que no entiendes, días que las cosas no salen. Sin embargo, otros días, es totalmente lo contrario.”, nos cuenta.

 En su viaje por 42, confiesa haber tenido una pequeña crisis durante la ppiscina, pero el apoyo de los amigos que hizo en ese proceso la alentó a continuar. «Una vez habiendo llegado hasta donde había llegado, si lo dejaba se me daría una patada en el culo», comenta Maddi con humor.

Para aquellas personas que consideran lanzarse a la piscina de 42, Maddi ofrece palabras de aliento: «Adelante y mucha fuerza, tú puedes hacerlo. Son 26 días intensos en los que aprenderás mucho, conocerás a gente increíble, pero también puede que tengas momentos no tan buenos. Aunque quizá te sorprenda, como a mí, y te guste más de lo que pensabas».

PUEDES LEER LA HISTORIA COMPLETA DE MADDI AQUÍ

 

¿Quieres ser la siguiente?

Si eres mujer, te interesa el mundo de la programación y quieres aprender de forma gratuita y con una metodología única, 42 es tu sitio. Descubre el lugar en el que estudian las techies del futuro y lánzate a la piscina.

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