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  • Acción social

Con un fuerte impulso emprendedor, Tomillo nace en 1984 para contribuir a la mejora de la sociedad e impulsar el empleo juvenil en los barrios más desfavorecidos de Madrid. Tras décadas de experiencia, sigue contando con un gran equipo de profesionales expertos en ámbitos sociales, educativos y de relación de ayuda que desarrollan los distintos programas de formación y la orientación sociolaboral dirigidos fundamentalmente a menores y jóvenes adultos y sus familias.

Desde Fundación Telefónica colaboramos con la organización desde hace muchos años en diferentes iniciativas para apoyar la empleabilidad digital de sus estudiantes con acciones formativas que incluyen aspectos como la robótica, la domótica, la inteligencia artificial o participar en talleres prácticos en 42 Madrid y con un fuerte apoyo con el Voluntariado de Telefónica en diferentes aspectos relacionados o bien con los propios estudiantes o bien con en la mejora de la transformación digital de la propia Fundación.

Carmen García de Andrés, su presidenta, nos cuenta hoy un poco más en detalle qué es lo que hace de Tomillo una de las organizaciones de referencia.

 

  • Carmen, llevas casi una década de tu trayectoria como presidenta de Fundación Tomillo. ¿Cuál dirías que ha sido la principal evolución de la organización en estos años y en qué habéis cambiado?

Nuestra vocación desde el origen era, y sigue siendo, la de acompañar a jóvenes en situación de vulnerabilidad para que puedan desplegar sus capacidades, conectar consigo mismos y su entorno y así mejorar sus recorridos vitales, siendo protagonistas de su futuro.

Durante los primeros 20 años, Tomillo tuvo un crecimiento muy importante, ampliando el foco de su intervención, tanto en edad como en los perfiles que se atendían, aunque siempre con la integración y la inserción laboral como telón de fondo.

En estos últimos 10 años, hemos realizado un ejercicio muy significativo de focalización, volviendo a nuestros orígenes como entidad centrada en acompañar a jóvenes, en situación de vulnerabilidad, para impulsar su crecimiento personal y profesional y, por supuesto, su empleabilidad. Ello ha implicado el abandono de programas como los dirigidos a menores de corta edad o la gestión de pisos tutelados de menores, entre otros. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles que requieren coraje como organización, pero que nos han dotado de un modelo más sólido y coherente con el tiempo

En los últimos cinco años, además, hemos trabajado intensamente en la digitalización de la entidad, hemos puesto en marcha acciones para la mejora de la sostenibilidad económica y, actualmente, estamos evaluando y modelizando nuestros programas clave con el objetivo de mejorar y poder ampliar su impacto.

En definitiva, hemos evolucionado hacia una entidad más sencilla, eficaz y ágil, con mayor capacidad de innovación y de generar evidencias sobre la efectividad de nuestros programas, todo con el objetivo último de conseguir un mayor impacto en la trayectoria vital de los y las jóvenes que acompañamos. Buscamos un impacto relevante y de largo plazo en su vida y no mejoras puntuales.

 

  • Sois una organización que creéis mucho en el trabajo en red como forma más eficiente de conseguir los grandes objetivos que tenemos como sociedad y que Tomillo ha hecho suyos, ¿cuál crees que es la clave para conseguir sumar esfuerzos públicos, privados y de tercer sector?

La colaboración es uno de nuestros valores y se ve reflejado en toda nuestra trayectoria, tanto en la generación de alianzas público-privadas como en el impulso de redes de colaboración que se han convertido, con el tiempo, en importantes actores en el ecosistema social, como son Youth Business Spain y las Escuelas de Segunda Oportunidad.

A la hora de conseguir sumar esfuerzos es clave generar un entorno de confianza, para lo cual es fundamental actuar con transparencia y generosidad. Parece sorprendente, pero en el sector social los “egos Institucionales” son frenos a la colaboración.   Es importante definir objetivos comunes y medibles que enfoquen a todos los que colaboramos en la misma dirección y, por supuesto, cuidar la relación con escucha, flexibilidad y perseverancia.

 

  • Trabajáis principalmente con jóvenes de entre 14 y 35 años, un colectivo que ha sufrido una importante transformación en los últimos tiempos ¿Cómo ha evolucionado este colectivo? ¿Observáis nuevos retos que debáis trabajar para mejorar su empleabilidad?

El mercado de trabajo ha cambiado mucho, todo cambia a una velocidad vertiginosa y los conocimientos técnicos se quedan obsoletos muy rápido. Hemos pasado del “aprendizaje a lo largo de toda la vida” a “todo en la vida es aprendizaje”.

Las hoy llamadas Power Skills: autoconocimiento y confianza, resiliencia, resolución de problemas, gestión emocional, empatía, capacidad de aprendizaje… son casi más importantes que los conocimientos técnicos que pueden quedar obsoletos en poco tiempo. A través de la orientación vocacional trabajamos estas competencias de manera individualizada, con cada joven, ayudándoles a identificar sus fortalezas y aspectos de mejora.

Los jóvenes llegan a Tomillo con la autoestima muy dañada, han tenido que escuchar muchas veces que no valen. Lo primero es acompañarlos para que mejore la percepción que tienen de sí mismos y, a partir de ahí, puedan recuperar la motivación y las ganas de aprender. El ser humano ha llegado hasta aquí en su evolución gracias a esas ganas de aprender innatas que traemos “de serie”; la capacidad de mantenerse al día y aprender del entorno serán claves.

Tomillo siempre se ha caracterizado por su trabajo estrecho con las empresas, implicándolas en el diseño de la formación técnica, sesiones en aula y ofreciendo oportunidades de prácticas que les acerquen a la realidad laboral. Además, trabajamos también las competencias emprendedoras; el autoempleo, es también una vía para buscar su propio camino y diseñar su futuro profesional.

Una última faceta que me parece relevante de nuestro trabajo es el compromiso con la sociedad de todo nuestro alumnado. Buscamos que tomen conciencia de su rol como ciudadanos activos sujetos de derechos y también de obligaciones con sus conciudadanos. Los programas de Aprendizaje-Servicio juegan un papel relevante en nuestro modelo.  En los últimos años hemos incorporado a nuestra visión la filosofía africana UBUNTU – Yo soy porque tu eres– y trabajamos desde ella la relación consciente de cada joven con su entorno y cómo nuestra capacidad de encuentro con el otro y de tender puentes nos ayuda a crecer personal y profesionalmente.

  • Tomillo es promotor y socio activo de la red nacional de Escuelas de Segunda Oportunidad (E2O) con un modelo de intervención socioeducativa centrada en la persona ¿Por qué dirías que este es un modelo de éxito y cómo crees que la tecnología contribuye a mejorarlo?

Los jóvenes que llegan a cualquier Escuela de Segunda Oportunidad proceden de contextos de fracaso educativo; por lo general, no han terminado la Educación Secundaria Obligatoria.  Son jóvenes a los que el sistema educativo tradicional les ha fallado. El éxito de las E2O radica, efectivamente, en su mirada integral y enfoque centrado en la persona.

Cada uno de nosotros somos diferentes y tenemos ritmos y necesidades de aprendizaje diferentes. Por ello, el acompañamiento debe ser individualizado, ofreciendo itinerarios flexibles. La metodología pedagógica experiencial de «aprender haciendo» es fundamental en este proceso. Les permite desarrollar habilidades prácticas y adquirir conocimientos de manera activa, fomentando su motivación, participación y compromiso y, con ello, un aprendizaje relevante y significativo para ellos.

En este modelo, la tecnología juega un papel crucial posibilitando la creación y seguimiento de itinerarios formativos personalizados y adaptados a las necesidades de cada joven. También nos proporciona herramientas interactivas de evaluación y seguimiento del progreso donde el alumnado puede monitorizar su evolución. Por otro lado, con el big data y los modelos predictivos estamos trabajando en la detección temprana de posibles abandonos, permitiéndonos actuaciones preventivas.

La IA abre un camino lleno de posibilidades en cuestiones de orientación laboral y preparación hacia el empleo que aún necesitan de exploración para adaptarlas a nuestro contexto y perfiles. La red de E2O nos permite enfrentar estos retos de forma colaborativa y más eficiente que si trabajáramos de forma aislada.

  • Tenéis una larga trayectoria en la involucración del voluntariado en vuestra programación y en el aprendizaje de los usuarios, el ocio inclusivo, talleres o mentoring. ¿Qué os aporta el voluntariado, corporativo, dentro de vuestra organización?

La participación voluntaria forma parte de nuestra esencia. Cada año, más de 400 voluntarios contribuyen a nuestra labor con su tiempo y conocimiento. El voluntariado corporativo ha crecido de manera significativa en los últimos años, representando, en nuestro caso, un 65 % del total de personas voluntarias.

Para una entidad que tiene como misión la formación y el desarrollo de los jóvenes con foco fundamental en su empleabilidad, el contacto con voluntarios de empresa es enormemente enriquecedor. Poner cara, nombre y contexto al mundo empresarial es muy valioso para jóvenes que nunca han tenido ese contacto.

Los jóvenes de nuestros programas encuentran en el voluntariado nuevos referentes. La diversidad de experiencias y conocimientos de las personas voluntarias amplía su mirada y les inspira a explorar nuevas áreas.

Como organización, el voluntariado corporativo nos aporta relaciones estables a largo plazo, fortaleciendo la continuidad de las actividades y, con ello, nos permite una planificación más efectiva.

Un claro ejemplo de todo esto es la labor de los voluntarios de Telefónica, su compromiso continuado permite complementar el trabajo de nuestro profesorado, aportan charlas motivacionales, metodologías ágiles, y las últimas tendencias en temas como robótica, domótica e inteligencia artificial, entre otros.

 

  • Pensando en el futuro, ¿qué retos se plantea Tomillo en los próximos años? ¿Cómo os estáis preparando a alto nivel para abarcar este desafío?

Uno de los retos más significativos de estos tiempos es, sin duda, la capacidad de estar en permanente proceso de cambio y adaptación para poder seguir siendo útiles a los jóvenes que más apoyo necesitan. Queremos seguir siendo un referente en materia de intervención socioeducativa y, para ello, tenemos que estar permanentemente actualizándonos como organización y como equipo. El contexto evoluciona y nosotros tenemos que hacerlo al mismo ritmo para ofrecer las mejores oportunidades a los jóvenes para los que trabajamos.

Nuestra visión está marcada por un enfoque integral, pero somos conscientes de que no podemos, y no debemos, tratar de hacerlo todo. Por ello, seguiremos esforzándonos en ser un puente efectivo para que las AAPP, las empresas y otras fundaciones y organizaciones sociales sean parte de esa respuesta integral que mueva el sistema a mejor.

Por último, diría que en estos próximos años trabajaremos para demostrar que nuestra labor tiene una utilidad real, que se fundamenta en evidencias, que es evaluable y está justificada, y que ello permita compartir este modelo con otras organizaciones e instituciones que trabajan buscando objetivos similares.

 

Para terminar, alguna pregunta un poco más personal:

  • Un libro que recomendarías. Me permito destacar dos. Como ensayo recomendaría La rebelión de las masas de Ortega y Gasset, de tremenda actualidad a pesar de tener más de 100 años: pensamiento crítico, necesidad de formar criterio, europeísmo como salvación de Europa … No puede estar más de actualidad.  En el ámbito de la narrativa, me ha gustado mucho el libro de Eloy Moreno, DIFERENTE, todo un canto a la vida, la diversidad y al encuentro entre los seres humanos.
  • Un lugar o viaje que cambió tu forma de ver el mundo. Un viaje a la India en el año 2000. Cambió mi visión del mundo, del ser humano y de mi propósito de vida. Ahí decidí que mis esfuerzos futuros se enfocarían en la mejora social.
  • Qué le dirías a tu “yo” de 16-18 cuando tuviste que enfrentarte y tomar tus primeras decisiones sobre tu vida laboral. Haces bien en escuchar a tu corazón y a “tus tripas”, y no solo a tu cabeza y a lo que el entorno te va indicando…
  • Una persona a la que admiras. Mi abuelo Juan de Andrés, maestro en el barrio de la Ventilla en el turbulento Madrid del primer tercio del SXX. Su vocación y compromiso con la educación como la fuerza esencial para que los niños y jóvenes más desfavorecidos puedan prosperar es una inspiración constante para mí.

AutoraSilvia Movellán Viaña, de Acción Social y Voluntariado Fundación Telefónica

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