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Iniciamos 2025 con la declaración del Año del Pueblo Gitano en España por parte del Consejo de Ministros, coincidiendo con la celebración del 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica, una conmemoración que habla de historia compartida y de la configuración del crisol cultural que conforma la sociedad española.

La Fundación Secretariado Gitano abandera la promoción integral de la comunidad gitana, ha sido fundamental en la transformación de la realidad del pueblo gitano en España, promoviendo la igualdad de oportunidades y luchando contra la discriminación en distintos ámbitos clave. La organización y Fundación Telefónica colaboran desde hace años en proyectos de acción social y voluntariado, promoviendo la inclusión digital y la difusión y sensibilización sobre la vulnerabilidad del pueblo gitano como resultado de siglos de discriminación y exclusión estructural. La semana pasada, ambas fundaciones firmaron un acuerdo que permitirá poner en marcha acciones educativas, formativas y de sensibilización para reducir la tasa de fracaso escolar del alumnado gitano e impulsar sus oportunidades de desarrollo

Hoy nos acompaña Sara Giménez, su directora general, que con motivo de la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, el 8 de abril, la entrevistamos para reivindicar la identidad, la cultura y los derechos del pueblo gitano, y también para visibilizar los avances logrados y los retos pendientes en la lucha contra la exclusión social.

 

  • Sara, toda tu vida profesional la has dedicado a la inclusión, la lucha contra la discriminación y los derechos humanos de las personas y, en especial, del pueblo gitano. Con una extensísima trayectoria en diferentes ámbitos, desde el mundo del tercer sector social hasta el Consejo de Europa pasando por la política española, has tenido la oportunidad de defender estos derechos desde frentes muy diversos. Con la conmemoración del aniversario de la llegada del pueblo gitano a España. ¿Qué significado tiene para ti esta fecha y cómo crees que ha evolucionado la percepción social sobre la comunidad gitana en estos últimos años?

Para nuestra organización es una fecha muy especial al igual que lo es para mí como mujer gitana. Los gitanos y las gitanas llevamos en este país seiscientos años y tengo la sensación de que seguimos siendo los grandes desconocidos. Sobre nosotros aún existen muchos prejuicios y  estereotipos, que provocan que muchas personas gitanas vivan una discriminación cotidiana cuando quieren comprar o alquilar una vivienda, acceder a espacios de ocio, las mujeres gitanas cuando van a centros comerciales o supermercados son vigiladas, etc.

Este 600 aniversario es una gran oportunidad para que se conozca y se reconozca la contribución que el pueblo gitano ha hecho durante estos seis siglos de historia compartida.

Desde luego creo que hemos evolucionado, especialmente desde que vivimos en democracia. Tenemos una historia dura, una historia de persecución en la que a lo largo de estos siglos se nos ha intentado despojar de todas nuestras señas de identidad y, sin embargo, aquí seguimos, resistiendo. Aún debemos abordar muchos retos pendientes. Nos enfrentamos a altas tasas de pobreza, al menos el 86% de las familias gitanas vive bajo el umbral de la pobreza y todavía tenemos que combatir altas cifras de fracaso escolar, una situación que, si no la abordamos, va a impedir el progreso real de la nueva generación de gitanos y gitanas.

 

  • A lo largo de la historia, el pueblo gitano ha demostrado una gran resiliencia frente a la discriminación y la marginación. ¿Cuáles consideras que han sido los momentos clave en la lucha por los derechos de la comunidad gitana en España?

Es una pregunta que requiere una respuesta muy amplia.

Probablemente, el primero de ellos fue el momento en el que nuestro país pasó a ser una democracia. La Constitución de 1978 fue un avance normativo esencial, fue entonces cuando las personas gitanas empezamos a ver reconocida la igualdad formal, una igualdad ante la ley que marcó un antes y un después en la historia de persecución del pueblo gitano. A este respecto, cabe destacar que uno de los grandes retos pendientes es el alcance de esa igualdad real.

Otro momento clave y que además recuerdo con enorme cariño fue cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos reconoció a María Luisa Muñoz, una viuda gitana, su pensión, algo que le había sido denegado por no haberse casado “legalmente”. Yo misma impulsé junto a mis compañeros de la Fundación el caso cuando dirigía el dpto. de Igualdad y Lucha contra la Discriminación en la FSG. De algún modo, sentamos un precedente, conseguimos que se generara jurisprudencia al respecto de una situación que puede ser recurrente para muchas familias gitanas, en especial para las mujeres.

Algo mucho más reciente, concretamente durante la anterior legislatura en el Congreso, el pueblo gitano vivió lo que considero otro momento histórico. Tres personas gitanas dábamos el salto a la primera línea de la política y además lo hacíamos en formaciones políticas muy distintas, un claro síntoma de la diversidad que existe hoy dentro del pueblo gitano. Recuerdo especialmente el primer día que entré como diputada al hemiciclo. Desde la tribuna he podido desarrollar importantes defensas para mejorar la vida de distintos grupos vulnerables (mujeres con discapacidad, enfermos de la ELA, enfermos con atrofia muscular espinal, etc.) y me siento orgullosa de haber contribuido a dar voz a la situación del pueblo gitano e impulsar iniciativas tan relevantes como la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación y la inclusión del antigitanismo en el código penal.

  • En una sociedad que avanza hacia la inclusión, ¿qué papel cree que juega la Fundación Secretariado Gitano a través de los programas de educación y sensibilización en la construcción de un relato más justo sobre la historia y la cultura gitana?

Nuestra organización es sin duda una entidad pragmática, muy orientada a los resultados y con nuestro trabajo precisamente lo que buscamos es mejorar las vidas de aquellas personas gitanas que están en peores situaciones. En este sentido creemos en el papel transformador de la educación, es la mejor llave para lograr el avance del pueblo gitano y por eso es una de nuestras prioridades. Promover el éxito educativo del alumnado gitano es, en definitiva, una forma de apoyar a las familias gitanas a romper con los círculos de pobreza y exclusión social; no queremos que esta pobreza se siga heredando y condene a las generaciones más jóvenes de gitanos y gitanas, con una especial incidencia en las mujeres gitanas.

Es cierto que tenemos una ardua tarea por delante; por un lado, es necesario que haya altura política y las administraciones públicas sean capaces de impulsar medidas específicas que garanticen el derecho a la educación de la infancia y la juventud gitana y, por otro, debo decir que desde nuestra organización seguiremos acompañando a las familias gitanas para que cada vez vean en la educación la mejor herramienta para que sus hijos e hijas tengan un buen futuro. Ver cada vez a más jóvenes gitanos y gitanas que acaban la ESO y continúan estudiando me da esperanza; ellos son referentes en sí mismos y rompen con esa imagen social que se tiene del pueblo gitano.

  • Uno de los pilares fundamentales de la Fundación es el acceso a la educación y el empleo. ¿Cuáles son las iniciativas más exitosas en estos ámbitos y qué impacto han tenido en la comunidad gitana? ¿Qué rol crees que tiene aquí la tecnología y las propias competencias digitales de los ciudadanos?

En el año 2000 pusimos en marcha nuestro programa de formación y empleo Acceder, que ya tiene más de 20 años. Fuimos la primera organización en trabajar con personas gitanas que usaba fondos europeos para sus programas y sabíamos que la prioridad era acompañar a las personas gitanas en su inserción al mercado laboral por cuenta ajena. Un puesto de trabajo te da autonomía, oportunidades y te permite ejercer una ciudadanía plena. Es un programa robusto con metodologías sólidas en las que además ha sido clave la colaboración de las empresas que nos han acompañado a lo largo de estos años. Precisamente es en el ámbito del empleo en el que mayor transformación y avance hemos logrado los gitanos estos últimos años.

Y aunque ya lo había mencionado anteriormente, para conseguir buenas oportunidades en el mercado laboral es importante tener un buen nivel de formación y precisamente por esto en 2009 lanzamos uno de los programas más significativos para la FSG junto con el programa Acceder, que es el programa Promociona. En ese momento en nuestro horizonte estaba que el alumnado gitano finalizase al menos la ESO. Actualmente no sólo buscamos eso, también les acompañamos y animamos a que sigan estudiando, queremos el éxito escolar del alumnado gitano.

Es un programa en el que implicamos a todos los actores relevantes en la trayectoria educativa de cualquier joven. Familia, centros educativos, profesorado… y los resultados son excepcionales. Más del 84% de los chicos y chicas que pasan por nuestro programa titulan en educación secundaria obligatoria y el 89% continúan estudiando en niveles de post obligatorios.

En ambos programas tenemos muy en cuenta la importancia del desarrollo de competencias tecnológicas. La brecha digital atraviesa a gran parte de las familias gitanas; bien por falta de recursos o bien por falta de competencias sabemos que muchas personas gitanas tienen problemas a la hora de acceder a un contexto digital. Tenemos muy claro que no pueden quedarse atrás y por eso trabajamos la mejora de habilidades en el uso de la tecnología con una figura especializada, la de los orientadores/as digitales, que hemos introducido recientemente en nuestros equipos y que les acompañan en el proceso.

  • Pese a los avances, el antigitanismo sigue siendo una realidad en muchos espacios, especialmente cuando hablamos de mujeres. ¿Qué medidas considera urgentes para combatir la discriminación estructural y los prejuicios hacia la comunidad gitana?

En primer lugar, es necesario que se conozca al pueblo gitano, como medida preventiva frente al desarrollo de prejuicios y estereotipos generalizados. Es la base para evitar la discriminación antigitana; por ello, la historia y la cultura del pueblo gitano debe impartirse en las aulas.

Aunque en 2022 se aprobó la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, es necesario que la Autoridad de Igualdad de Trato que se ha propuesto con dos años de retraso, se ponga a funcionar cuanto antes, y así abordar los comportamientos discriminatorios que no son un delito.

Asimismo, todavía creo que nos queda mucho camino por recorrer en la formación y sensibilización a la judicatura para que las víctimas de discriminación antigitana se sientan acompañadas y protegidas. En los últimos años hemos avanzado con cuerpos policiales y con fiscalías, pero ahí seguimos teniendo una asignatura pendiente.

Desde la Fundación Secretariado Gitano llevamos más de 20 años haciendo los informes anualesDiscriminación y Comunidad Gitana y acompañando a personas que la sufren; un tema recurrente es que las personas gitanas no quieren denunciar la discriminación; muchas de ellas ni siquiera creen que se les vaya a escuchar, otras directamente no la detectan. También es muy importante seguir formando a las personas gitanas en el ejercicio de sus derechos y evitar los elevados índices de infradenuncia. Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) tan sólo el 5% de las personas gitanas denuncian.

 

  • Si pudiera lanzar un mensaje a las nuevas generaciones de jóvenes gitanos y gitanas, ¿qué les diría para inspirarlos a seguir luchando por sus derechos y su identidad?

De corazón quiero ver cómo la nueva generación de gitanos y gitanas avanza hacia el progreso, estoy cansada de ver a una gran parte de la población gitana en situaciones de pobreza. Quiero que los gitanos y las gitanas demos la vuelta a las cifras de fracaso escolar, me encantaría que cada vez más jóvenes vayan a la universidad o que, si deciden no hacerlo, sea porque al menos han valorado todas las alternativas posibles.

Si hay algo de lo que me siento profundamente orgullosa es de ser gitana y, en este año tan relevante, uno de mis mensajes es que tenemos que sentirnos orgullosos de ser gitanos/as. Yo soy hija de vendedores ambulantes, una familia grande y humilde en la que ir a la universidad no era una prioridad, pero tuve estrellas que me han ido acompañando en mi camino. Ahora todos se alegran de que decidiera acabar mis estudios. Precisamente decidí estudiar Derecho porque me hacían sufrir enormemente las situaciones de discriminación que vivían mis familiares, era algo que no podía soportar. Actualmente dirijo una gran organización, pero yo he empezado desde la base y es muy gratificante para mí ver cómo de algún modo, lo que hago tiene un impacto en el pueblo gitano. Creo que cada uno puede llegar donde quiera, somos un pueblo resistente y si logramos el avance educativo, nuestro progreso será imparable a la par que seguiremos defendiendo nuestra identidad como gitanos y gitanas.

Para terminar, nos gustaría conocerte un poco mejor y conocer a la persona que hay tras la responsabilidad de una Fundación como esta:

  • ¿Qué libro recomendarías? Martinete del Rey Sombra, de Raúl Quinto. Relata con mucho cariño y rigor uno de los episodios más negros para el pueblo gitano en España, la Gran Redada de 1749. Ha sido además Premio Nacional de Narrativa en este último año.
  • Un lugar o una situación que cambió tu forma de ver el mundo. La primera vez que viajé a Guatemala con la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo cambió totalmente mi perspectiva de muchas cosas. Me impactó mucho ver las situaciones de trabajo infantil, las duras condiciones para la infancia y cómo de alguna forma se abordaban las distintas brechas de desigualdad en ese país. Éramos expertos en la lucha contra la discriminación, una delegación de perfiles muy diversos y defendiendo distintas causas; esto me dio una apertura de miras distinta. Pude aprender también sobre la diversidad que había entre los propios grupos étnicos en Guatemala, pude también compartir tiempo con los gitanos y las gitanas de esa zona. Fue en definitiva una experiencia transformadora en lo profesional pero también en lo personal, conocí sin duda otra cara de la pobreza.
  • Si pudieras convencer a alguien de cualquiera cosa, ¿qué le dirías Pienso en aquellos que todavía viven bajo la mirada de los prejuicios y les hablaría de lo importante que es el respeto a la diferencia, que lo que nos hace grandes como sociedad es la convivencia. Reforzaría la importancia del conocer y de conocerse, dejando a un lado los estereotipos, para que juntos avancemos hacia sociedades más justas y cohesionadas. Ya que estamos en ‘el año del pueblo gitano’ les invitaría a conocer todo lo que los gitanos y las gitanas hemos aportado a lo largo de estos 600 años de historia compartida para que todas esas contribuciones sean valoradas y también visibilizadas.
  • Una persona gitana a la que admiras y otra que, sin serlo, es un referente para ti. Es una pregunta bonita. Justo diría que mi primera referente ha sido mi madre, la gran mayoría de valores que tengo me los ha dado ella. La valentía, la resiliencia, el amor por la familia.  Ella está ahí en mi día a día, me acompaña en toda mi trayectoria como persona, también en la profesional. Ella me da serenidad y equilibrio y me mantiene cerca de la realidad de la gran mayoría de las personas gitanas, de esa base de la que no quiero alejarme nunca. Es una mujer con mucha visión, siempre ha valorado la convivencia entre gitanos y no gitanos y nos lo ha trasmitido al resto de miembros de la familia. La perspectiva intercultural sin duda la he heredado de ella. Y si tengo que elegir a un referente no gitano que también me haya marcado en lo político elegiría a Barack Obama, me parece que su paso por la Casa Blanca fue un hito. Fue el primer presidente negro de Estados Unidos, nos hizo soñar durante los meses de campaña que una sociedad más cohesionada, plural y abierta a la diversidad era posible y que encajaba bien con el voto de la mayoría, ha sido una figura de consenso.  Además, durante su mandato fue capaz de convertirse en un referente para toda la población, rompiendo así estereotipos…

AutoraSilvia Movellán Viaña, de Acción Social y Voluntariado Fundación Telefónica

Sara Giménez: “Conocer en profundidad al pueblo gitano es la mejor medida preventiva frente al desarrollo de prejuicios y estereotipos”
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