¿Cómo contribuye la tecnología al cuidado del planeta? Recogemos cuatro tendencias disruptivas en movilidad que facilitarán el avance hacia un sistema de transporte más sostenible y respetuoso con el clima.
El desarrollo de una movilidad urbana sostenible se ha convertido en requisito indispensable para alcanzar los ODS establecidos por las Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, las dificultades de tránsito que genera la masificación en los núcleos urbanos se vuelve cada día más notable. En la actualidad existen 43 megaciudades en el mundo con más de 10 millones de habitantes y se estima que para 2050 dos tercios de la población mundial habitará en urbes. Además, el transporte por carretera es una de las causas principales de la contaminación del aire y de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Estas cifras requieren de rápidas e innovadoras soluciones que aseguren el cambio hacia un ecosistema urbano más sostenible. Para ello, la Comisión Europea ha identificado cuatro tendencias en movilidad disruptivas y tecnológicas que transformarán los desplazamientos tal y como los conocemos y contribuirían al logro de los ODS número 3, 7, 9, 11 y 13. En concreto, habla de automatización, conectividad, descarbonización y movilidad compartida.
Estas medidas traen consigo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y la descongestión del tráfico generadas por el transporte masivo en ciudades. Te contamos cuáles son sus aplicaciones y qué tecnologías se necesitan para llevarlas a cabo.
Inteligencia Artificial y el vehículo autónomo
El término automatización se refiere a la aplicación de máquinas o procedimientos automáticos en la realización de un proceso o industria. En el caso del sector del transporte, un proceso automatizado hace alusión a sistemas capaces de realizar tareas en la conducción con una parcial o nula intervención del ser humano, es decir, a los distintos grados de autonomía que poco a poco se van introduciendo en los automóviles. Esto es posible gracias a la aplicación de tecnologías tales como ‘Machine Learning’ y ‘Deep Learning’, dos sistemas de aprendizaje autónomo derivados de la Inteligencia Artificial y necesarios para la creación de este tipo de vehículos.
Automóviles conectados gracias al 5G
La conectividad es un componente fundamental para la conducción autónoma. El coche conectado utiliza dos capacidades de la red: por una parte, un protocolo para comunicarse con el entorno y, por otra, la tecnología ‘edge computing’ basada en el recién llegado 5G. Esta tecnología consiste en dotar de capacidad computacional a los dispositivos de la periferia de la red, que se encargan de recoger información de los sensores y dispositivos IoT y analizar los datos más cerca de donde se generaron. De esta manera, se evita que la información tenga que viajar a través de largas distancias y permite a los vehículos comunicarse entre ellos y con las infraestructuras desde la carretera. Es decir, operar a distancia en tiempo real. Un ejemplo es la llamada ‘caravana o tren de camiones’, un término acuñado para referirse a los camiones que emplean sistemas automatizados y conexiones para seguirse unos a otros a pocos metros de distancia con el objetivo de ahorrar combustible y disminuir las emisiones de CO2.
El futuro de la movilidad es eléctrico y compartido
El uso de electricidad y otras energías alternativas como el hidrógeno, los biocombustibles o el gas natural juegan un importante papel en el proceso de descarbonización. Además, cada día es más frecuente la puesta en práctica de la movilidad compartida, una táctica de desplazamiento que permite al ciudadano el uso de distintos medios de transporte, públicos o privados, y de manera puntual sin necesidad de tenerlos en propiedad. Ya es habitual ver en las calles de las ciudades servicios de préstamo de transporte eléctrico como bicicletas, motos, automóviles e incluso patinetes. El uso de vehículos no motorizados y transporte compartido fomenta la descongestión del tráfico y reduce la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tecnología blockchain para reducir la huella de carbono
ClimateTrade es una iniciativa que utiliza la tecnología blockchain para que empresas y consumidores puedan encontrar, de manera sencilla, el lugar donde compensar su huella de carbono e invertir en productos financieros verdes y proyectos disruptivos que tienen como objetivo mitigar el cambio climático e impulsar las tecnologías.
Se trata de una plataforma que conecta directamente desarrolladores de proyectos de mitigación con empresas y consumidores. Los inversores saben a dónde se dirige su dinero y reciben toda la información sobre el proyecto. Según los responsables de la iniciativa, el valor añadido es la descentralización del mercado de carbono, que permitirá a las empresas poder compensar sus emisiones un 30 % más barato de una forma totalmente transparente y, a los individuos, participar en este mercado, algo que antes resultaba inaccesible para ellos.
Movilidad como servicio
Según los analistas Juniper Research, la movilidad como servicio es entendida como las soluciones de transporte urbano integradas en una sola plataforma. A través de la recopilación y análisis de grandes conjuntos de datos (Big Data) los usuarios podrán elegir la mejor ruta y el mejor transporte entre múltiples opciones de servicios, unos datos definidos por información relevante en tiempo real, como pueden ser las condiciones del tráfico, la hora del día o la demanda. De esta manera, el cliente tiene acceso a todos estos servicios desde una misma aplicación sin necesidad de tener que contratarlos por separado y que les permite ser más eficaces y sostenibles en sus desplazamientos.
Por ejemplo, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) ha desarrollado la app MaaS Madrid para dar información sobre toda la oferta de movilidad sostenible en la capital, tanto de la propia EMT (autobuses y metro), como de taxis y vehículos compartidos.
¿Quieres saber más? Descarga nuestro informe ‘Sociedad Digital en España 2019’ y profundiza en esta y otras corrientes tecnológicas que están configurando el cambio hacia una sociedad digitalizada y sostenible.
