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El fotógrafo Eduardo Aznar ha presentado en la sede de Ivorypress las ediciones limitadas de la serie ‘Diversidad Amenazada’ del proyecto Vanishing World Diversity, una serie de libros que recogen casi 100.000 imágenes del planeta tomadas a lo largo de 40 años, coincidiendo con su exposición en Espacio Fundación Telefónica.

Acompañado del vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Emilio Gilolmo, el dibujante y arquitecto Peridis y la fundadora y directora general de Ivorypress, Elena Ochoa Foster, el fotógrafo Eduardo Aznar -cuyo nombre artístico es «Okaimal»- ha ofrecido una mirada única, solidaria y generosa sobre el planeta y hacia los problemas medioambientales. Con respecto a algunas de las fotos, como las tomadas en Yemen en 1975, Aznar ha hecho hincapié en que esa realidad retratada ya no existe y en la necesidad de fijar el recuerdo de lo que ha ido viendo: «El tipo de fotografía que hago es propia del reportaje». Su interés no ha sido otro que el de reflejar a través de las imágenes cómo el cambio climático va a afectar a nuestros modos de vida y a la biodiversidad porque «el mundo es un solo tejido sin costuras», comentó citando a Buda.

Para Aznar la máquina de fotos le sirve para ofrecer una mirada sobre lo que ve en el mundo: paisajes, territorios, la cultura –a través de la arquitectura– y la gente: «Desde 1978 e incluso antes estaba preocupado por los temas medioambientales porque el mundo, sus paisajes y las distintas culturas están amenazadas por el desarrollo humano» ha señalado el fotógrafo. Con respecto a la exposición «Diversidad amenazada: Naturaleza-Hombre-Cultura» con 98 fotografías de los fondos de Okaimal y que puede visitarse hasta el 7 de junio en el Espacio Fundación Telefónica ha destacado que añade el contenido científico a través del comisario Esteban Manrique, investigador del CSIC. «Ese es el mensaje que me interesa difundir. Enseñar la belleza de este mundo y las alertas de las amenazas que existen», ha añadido Aznar.

«No solamente se encuentra amenzada la diversidad, sino también la propia existencia humana».

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Emilio Gilolmo, abrió su intervención con la amistad personal que le une a Eduardo Aznar, que definió como «uno de los grandes lujos de mi vida». Gilolmo destacó algunos aspectos de la personalidad y la obra de Aznar, como el viaje «inteligente» recogido a través de una obra que calificó de «deslumbrante e interesantísima», razones que llevaron a Fundación Telefónica a acoger la muestra «Diversidad amenazada. Naturaleza, hombre, cultura», por la que ya han pasado 25.000 visitantes.

Mt. Field, Tasmania, 2004. ©Okaimal

«No solo la diversidad se encuentra amenazada, expresión que se me queda corta, sino también la propia existencia humana», apuntaló Gilolmo en referencia, entre otras cosas, al incremento exponencial de la población del planeta: «Si en 2050 la población mundial será de más de 9.000 millones de habitantes, la solución está muy lejos». También señaló que la exposición se enmarca en el interés de Fundación Telefónica por la fotografía, pues cuenta con una Colección de Fotografía Contemporánea que ha ganado una gran reputación internacional.

La editora Elena Ochoa Foster ha señalado que Eduardo Aznar es un hombre comprometido con todos los aspectos teóricos y prácticos de la ecología, parte de los cuales es esta edición limitada de su archivo, de una belleza extraordinaria. «Eduardo, que pertenecía al mundo de la abogacía, lo dejó todo y se dedicó a lo que realmente le interesaba, porque la vida es muy corta», ha señalado Ochoa. La comisaria de arte también destacó que en sus imágenes la oscuridad, la fealdad y la dificultad de la vida son retratados a través de «una mirada digna y amable, sin agresividad, a diferencia de otros fotógrafos que presentan su obra con crudeza». Por eso, según Ochoa, la obra de Eduardo Aznar permanece en la memoria y en el corazón para siempre.

«Estamos en cada piedra que pisamos». Por último, para Peridis, Aznar, «panteísta, humanista, ecologista y culto», se ha retratado en sus libros: «Eduardo se ha dado cuenta que estamos en cada piedra que pisamos y ha fotografiado los tejidos, porque también somos piel de un mundo que se va a ir». Así, para el humorista «Eduardo me presta sus ojos, su sensibilidad y coge mi corazón y me lleva con su humildad a un viaje por la tierra que tenemos». En ese sentido, la obra de Aznar tiene para Peridis «la sinceridad del agua que sale de un glaciar» porque es una declaración de amor al mundo.

Ivorypress nace en Londres en 1996, fundada por Elena Ochoa Foster como una editorial especializada en libros de artista. Actualmente, Ivorypress desarrolla una actividad nacional e internacional relacionada con el arte contemporáneo en áreas de comisariado de exposiciones, galería de arte, librería especializada, consultoría de arte contemporáneo, proyectos editoriales, producción audiovisual y programas educativos.

El archivo Okaimal: 100.000 miradas solidarias al planeta
El archivo Okaimal: 100.000 miradas solidarias al planeta