noticias

El Libro INprendedores. Experiencias y reflexiones sobre el arte del intraemprendizaje dentro de las organizaciones refleja la importancia del reconocimiento de talento para las empresas

La situación de competencia global y el estrechamiento de los márgenes comerciales en la mayoría de los mercados, ha implicado una transformación de la gestión del talento, buscando la diversidad, la innovación y la diferencia.

Las compañías deben aprovechar el talento interno para darle salida en forma de nuevas empresas, desarrollo de negocios actuales, inversión en startups de ex empleados, etc.

El INprendedor es esa persona con un gran talento pero que queda en cierto anonimato dentro de su propia compañía, y fuera, donde el conocimiento es casi nulo.

Madrid, 15 de marzo de 2011.- Si las empresas desean sobrevivir al cambio social en el que nos encontramos deben empezar a tener en mayor consideración a los empleados con ideas novedosas, ya que son vitales para su supervivencia, según recoge el libro INprendedores. Experiencias y reflexiones sobre el arte del intraemprendizaje dentro de las organizaciones. Este libro editado por Fundación Telefónica y la EOI se ha presentado esta tarde en la Escuela de Organización Industrial (EOI), en la Ciudad Universitaria de Madrid.

A la presentación del libro han acudido diversas personalidades, como el director de Conocimiento en Red de Fundación Telefónica y coautor del libro, José de la Peña Aznar, el coordinador del libro y  responsable del área de Cultura de Innovación y Comunicación online en Telefónica I+D, David Bartolomé, así como los diversos autores que han participado para la creación de ente libro,  como Fernando Summers, Alberto de Vega, Eduardo de la Fuente, David Bartolomé Sedano, Rafael Gil, Leo Borj, Alberto Ortiz de Zárate Tercero, Iñaki Ortiz, Jordi Graells, Alex Lara, Javier Cuervo, Mari Luz Congosto, Pablo Garaizar, Lorena Fernández, Tíscar Lara, Julen Iturbe-Ormaetxe, Andrés Pérez Ortega, José de la Peña Aznar o Dioni Nespral.

Los INprendedores, los grandes desconocidos de las empresas

Todo el mundo conoce a personas emprendedoras o con talento dentro de su empresa, personas que ayudan a innovar y a resolver continuamente los problemas que se dan dentro de la compañía, pero que por su perfil dentro de la empresa no son muy valoradas. Mientras que un emprendedor de éxito suele ser felicitado y puesto como ejemplo en muchos ámbitos, el INprendedor con éxito queda en el anonimato dentro de su propia compañía e incluso fuera. En conclusión, son unos grandísimos desconocidos.

David Bartolomé, junto con los demás autores que han participado en el libro, presentan una colección de experiencias en las que nos vemos reflejados o a las que queremos aspirar dentro de nuestros respectivos ámbitos de trabajo. Estas experiencias sirven de reflexión para esas grandes organizaciones, que en muchos casos, desconocen el potencial que tienen entre sus filas. Los autores destacan que el reconocimiento del valor interno supone un gran primer paso para poner en valor a esos emprendedores que cohabitan en un entorno de jerarquías y barreras invisibles. La situación de competencia global y el estrechamiento de los márgenes comerciales en la mayoría de los mercados han implicado una transformación de la gestión del talento, buscando la diversidad, la innovación y la diferencia. De aquí surgen los in-novadores, aquellas personas con talento, con alta capacidad de innovación en el interior de las empresas y que, además, no solían estar en las áreas más innovadoras de la compañías. Son los referentes en la búsqueda de nuevos horizontes y las empresas han detectado esa fuerza que les puede situar ante un nuevo enfoque de crecimiento e innovación.

El libro explica los diversos tipos de INprendedores en las diferentes empresas, en la administración pública y destaca la importancia de los INprendedores dentro de la educación. “Son perfiles de un importante valor en cualquier ámbito que empujan para que se muevan las “patas del elefante” con proyectos ágiles y disruptivos dentro de un escenario de cierta tendencia al inmovilismo, bien por tamaño o por inercia a seguir siempre el mismo ritmo marcado por el día a día”, asegura David Bartolomé.

La importancia de reconocer a los INprendedores

Cualquier forma de emprendimiento supone un cambio, y, necesariamente, una innovación, y eso, nos guste más o menos, es algo necesario a día de hoy en las organizaciones. Parece inevitable que, de aquí a unos años, la forma en la que se entienden numerosos modelos de negocio, sectores y organizaciones va a verse irremediablemente modificado por los acontecimientos evolutivos que vivimos en nuestra sociedad.

Ante dicha tesitura, las organizaciones tienen dos claras posibilidades que van desde la opción más directa y congruente, que no es otra que transformar su modelo de negocio y adaptarlo a las necesidades o bien tratar de ir moldeando sus procesos internos, de comunicación, de proyectos, sus organigramas, etc., a la evolución de la sociedad.

En el contexto empresarial ya se habla de un cambio cultural que obliga a repensar la concepción que las personas tienen de una organización y a la forma en la que afrontan su participación en la misma. Las empresas deben fomentar el cambio de modelo y conseguir que sus empleados se impliquen en el desarrollo positivo de la empresa.  

Porque no sólo se trata de facilitar el desarrollo personal y, en ocasiones, profesional de los in-novadores. Se trata también de dar paso a una nueva visión de la innovación basada en un intercambio. Del mismo modo que la organización se abre hacia fuera para dar salida a las ideas y conocimientos de sus empleados, también acepta ideas externas, que vienen de la sociedad, como complementos decisivos a su desarrollo interno.

El libro quiere destacar que estamos ante todo un nuevo reto: El talento global, interconectado, colaborativo, como palanca de crecimiento y diferenciación ante el mundo tan cambiante y competitivo en que vivimos. Así, como señala Prahalad, lo importante no es “retener al talento”, sino “tener acceso al talento”. Las compañías deben aprovechar el talento interno para darle salida en forma de nuevas empresas, desarrollo de negocios actuales, inversión en startups de ex empleados, etc. Y, a su vez, conectarse con el mundo en red, que posibilitará tener acceso a otros in-novadores, a otras experiencias y a adquirir desarrollos externos, entre otras muchas cosas. En definitiva, el cambio de filosofía empresarial presenta un mundo lleno de oportunidades y desafíos.

El talento empresarial es la clave para sobrevivir a los futuros modelos de negocio
El talento empresarial es la clave para sobrevivir a los futuros modelos de negocio