"El proyecto Facebook y la posuniversidad" ha sido publicado en doble formato impreso y on line en el marco de la Colección Fundación Telefónica/Ariel
El estudio, que apuesta por la innovación en las prácticas pedagógicas, ha sido coordinado por Alejandro Piscitelli, Iván Adaime e Inés Binder y recoge el proyecto que se puso en práctica durante 2009 en la Universidad de Buenos Aires
Para los responsables del proyecto, el libro se ajusta a un nuevo entorno de educación colaborativo y abierto, que se ajusta más a las maneras en que entendemos que se produce el conocimiento y que concibe a los alumnos como actores del proceso y no como meros destinatarios
Según los autores, la transmisión vertical del conocimiento debe rechazarse para que los alumnos lideren proyectos y sean integradores, documentalistas y visualizadores, en lo que denominan «una reinstitucionalización de la universidad»
El desafío va más allá de incorporar la tecnología en el aula: de las herramientas a las prácticas y de las palabras a las imágenes, siguiendo el paradigma de la Web 2.0
Entre los materiales de investigación utilizados se encuentran blogs, vídeos, presentaciones multimedia, comentarios y participación de usuarios, grupos de Facebook, cuentas de Twitter, etc.
«El proyecto Facebook y la posuniversidad» cuenta con textos de Amaia Arribas Urrutia, Mara Balestrini, Clara Ciuffoli, Cristóbal Cobo Romaní, Carolina Gruffat, Octavio Islas, Diego Leal Fonseca, Guadalupe Lopez, Heloísa Primavera, Dolors Reig Hernández, Roberto Schimkus, Gabriela Sued, Ignacio Uman, y María Carolina Venesio
Madrid, 1 de julio de 2010.- «Se va a producir una ruptura radical con el sistema educativo tradicional», ha afirmado ayer durante la presentación del libro «El proyecto Facebook y la posuniversidad». Sistemas operativos sociales y entornos abiertos de aprendizaje su coordinador, Alejandro Piscitelli; publicado en la Colección Fundación Telefónica/Ariel en su doble versión impresa y on line, Proyecto Facebook describe el funcionamiento del proyecto que se puso en práctica durante 2009 en la Universidad de Buenos Aires y que ha demostrado la utilidad de Facebook como recurso educativo en el aula.
Alejandro Piscitelli, profesor titular del Taller de Procesamiento de Datos, Telemática e Informática de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, ha indicado que El Proyecto Facebook fue un intento de construcción de un entorno colaborativo y abierto de educación, una propuesta «que se ajustara más a las maneras en que entendemos que se produce el conocimiento y menos a una tradición educativa que entiende a los alumnos como destinatarios y no actores de este proceso». Según Piscitelli, «la educación del futuro ha de ser procesual y nace de un hastío y de una denuncia de una manera equivocada de entender la educación: los alumnos hacen como que estudian y los profesores hacen como que enseñan».
La universidad, hacia un nuevo entorno colaborativo a través de Internet
El libro recoge el resultado de una investigación que ha permitido un acercamiento a la posuniversidad, descrita por Stephen Downes -prologuista del libro- como «una manera de concebir el aprendizaje más allá del modelo de transmisión tradicional, un modelo donde los instructores (y los libros) difunden y donde los estudiantes escuchan pasivamente». En ese sentido, el estudio se ajusta a un nuevo entorno de educación colaborativo y abierto, que se ajusta más a las maneras en que entendemos que se produce el conocimiento y que concibe a los alumnos como actores del proceso y no como meros destinatarios.
Los 42 trabajos presentados en su versión final en diciembre de 2009 y que pueden complementarse con los materiales diversos que se encuentran en el sitio del Proyecto Facebook (blogs, vídeos, presentaciones multimedia, comentarios y participación de usuarios, grupos de Facebook, cuentas de Twitter, etc.), poseen un valor inusual y han dado lugar a diez tesis suscritas por los autores basadas en la filosofía edupunk, open social learning y del maestro ignorante. Para Piscitellui, las cinco «p» –periodismo, política, publicación, profesorado y publicidad– ya no son válidas y ahora debemos hablar de nuevos procesos de autoaprendizaje, no-alumnos, ecuación invisible y persuasión masiva en Internet. «El modelo de maestro ignorante es consciente de que enseñando lo que no se sabe se puede aprender también», ha afirmado Piscitelli.
Para los responsables del proyecto, la escasez de recursos, materiales y simbólicos, es un trampolín para el cambio; el carácter marginal de la vinculación institucional del proyecto es «un caballo de Troya inyectado en la academia tradicional»; la epistemología que mejor sintetiza el aprendizaje está basada en la interacción permanente del sujeto con el objeto; en el caso de los migrantes digitales –equidistantes tanto de los nativos como de los inmigrantes digitales– debe apostarse por la formación continua y parauniversitaria; la evaluación tradicional ha de cortocircuitarse a favor del territorio audiovisual, donde los proyectos de los alumnos han de ser apreciados y no evaluados; y el reparto de poderes entre docentes y alumnos debe ser simbólico y más equilibrado que el que permite la universidad tradicional.
En este sentido, los autores afirman que la devolución de la palabra al alumno, basada ahora en una ontología conversacional, debe constituir la génesis de una (no) clase; la imagen ha desbordado los límites de la palabra y se ha convertido en una forma específica de comunicación, la manera básica de representar, comparar y entender, hasta el punto de que «ninguna pedagogía será posible si no pasa por el Kindle, el iPad y las webtops»; la transmisión vertical de información debe ser abolida y los alumnos pasan a ser líderes de proyectos, integradores, documentalistas y visualizadores; y las nuevas acciones de generar, mezclar y distribuir la información como rip, mix y burn deben marcar un nuevo modo de producción en la enseñanza de la era digital.
«El proyecto Facebook y la posuniversidad» cuenta con textos de Amaia Arribas Urrutia, Mara Balestrini, Clara Ciuffoli, Cristóbal Cobo Romaní, Carolina Gruffat, Octavio Islas, Diego Leal Fonseca, Guadalupe Lopez, Heloísa Primavera, Dolors Reig Hernández, Roberto Schimkus, Gabriela Sued, Ignacio Uman y María Carolina Venesio.