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"Tendencias coolhunter" es la cuarta conferencia del ciclo "Internet y las nuevas tecnologías crean nuevas profesiones" de Fundación Telefónica

Los ritmos de adopción de tendencias cada vez más veloces, la web 2.0 y las redes sociales propician el desarrollo del coolhunter.
Para los expertos, cada vez que se crea una tendencia, aparece un nuevo nicho de mercado.
Cada vez hay más mercados que se rigen por los criterios de la moda y el concepto de «temporada».
El acto fue transmitido en directo por www.fundaciontelefonica.com/debateyconocimiento y se pudo participar también on line con preguntas a través de Twitter  con el hashtag #ftcoolhunter (@fundacionTef).
Madrid, 14 de julio de 2010.- La velocidad cada vez más rápida de los cambios e innovaciones sociales está propiciando el desarrollo de una nueva profesión, el cazador de tendencias o coolhunter, cuyos secretos y técnicas fueron puestos ayer al descubierto por los profesionales de este sector en la cuarta conferencia del ciclo «Internet y las nuevas tecnologías crean nuevas profesiones» de Fundación Telefónica.
Intervinieron el sociólogo y analista de tendencias de consumo, marketing y comunicación, Victor Gil, autor de los libros Crossumer y Coolhunting,  y el presidente de la Asociación Española de Coolhunting y consejero delegado de la agencia Coolhunting Community, Manuel Serrano. Moderó el acto el socio director de estrategia y operaciones de la agencia Territorio Creativo, Fernando Polo.
Los ponentes han destacado que se trata de una nueva profesión orientada a la búsqueda de tendencias que, en términos de consumo (tendencias, evoluciones y cambios en patrones de consumo) o moda (innovación en productos, marcas o conceptos innovadores), vienen marcadas por costumbres o gustos que durante un período de tiempo se han generalizado en la sociedad. En este contexto, el cazador de tendencias es aquella persona del mundo del marketing y la publicidad dedicada profesionalmente a detectarlas y predecirlas.
Los ritmos de adopción de tendencias cada vez más veloces, la web 2.0 y las redes sociales están propiciando el que cada vez haya más mercados que se rigen por los criterios de la moda y el concepto de «temporada». De hecho, para los expertos, cada vez que se crea una tendencia, aparece un nuevo nicho de mercado.
Para Víctor Gil, la principal misión del coolhunter es proveer de información válida y relevante sobre innovaciones y tendencias que puedan tener un impacto positivo (oportunidades) o negativo (amenazas) sobre el negocio. Su metodología permite anticipar los gustos y las tendencias y se ha puesto de moda precisamente por «la sorprendente velocidad de la difusión de la innovación, que ahora es más rápida que nunca», según Víctor Gil. De ahí que un buen coolhunter, ante todo, tenga que haber desarrollado una gran capacidad de observación, semejante a la que tienen los niños.

Nuevas herramientas para nuevas competencias

En ese sentido, las competencias esenciales para desarrollar un trabajo serían, en primer lugar, saber dónde mirar recurriendo a fuentes documentales y físicas; saber cómo mirar, librándose de los propios prejuicios; saber interpretar recurriendo a todos los indicios; comunicar y aplicar la creatividad estratégica, ya que «un coolhunter no es sólo un investigador social, sino que ha de llevar sus descubrimientos al terreno del negocio». Según Gil, al campo del coolhunter va más allá de la moda y hoy en día aún hay pocos profesionales desarrollando esta nueva disciplina por su perfil un tanto disperso y poco profesionalizado.
Los resultados de la labor del coolhunter en el ámbito de Internet la netnografía, la plasmación concreta de ese estudio del consumidor en el entorno on line que plantea escenarios de metodología y herramientas eficaces de medición, orientadas a la detección de tendencias y modas: por ejemplo, tweet meme, que contabiliza, clasifica y aglutina los mensajes y enlaces de Twitter para saber qué se está llevando más. En Investigación 2.0, por ejemplo, the archivist permite exportar a Excel o a otros programas e ir recogiendo y capturando día a día todo lo que se habla de determinado fenómeno; para la monitorización de indicios y fenómenos que pueden llegar a convertirse en tendencia resulta muy útil la herramienta de estadísticas de Google, que a decir de Gil «se está convirtiendo en el oráculo de los siglos XX y XXI»; en cuanto a las herramientas que sirven para identificar trendsetters, Gil recomienda twitalyzer, que permite identificar a aquellos líderes de redes sociales, los early adopters y prescriptores principales; etc.
El coolhunter según Manuel Serrano es aquel que detecta tendencias, las identifica y analiza, aquel capaz de convertir las amenazas en oportunidades y obtienen información de una tendencia y la materializan económicamente. Señaló también que cada coolhunter tiene su propio método y que su tarea es la de identificar los nichos de mercado, anticipándose en cuatro o cinco años. Las TIC también tienen un papel importante a la hora de la creación y expansión de las tendencias, ya que «las tendencias iniciales van casi siempre de la mano de las tecnologías de la información». En ese sentido, el panel etnográfico resulta fundamental para realizar un seguimiento continuo del mercado y debe contener aplicaciones que sirvan para registrar, compartir y visualizar las tendencias, como agregadores de feeds, alertas, foros de discusión, herramientas como Delicious a manera de bibliotecas de sitios web, etc.
Manuel Serrano también ha destacado que un coolhunter no debe limitarse a seguir las tendencias actuales, sino «mirar un paso más allá»; debe identificar también las carencias y fallos de las tendencias actuales y tener cuidado a la hora de asumir tendencias marcadas por los grandes prescriptores o trendsetters, puesto que «a veces no se sabe si responden a la realidad o a intereses propios.» Lo básico, en cualquier caso, es el diseño de un sistema de coolhunting on line, que abarque el cloud computing, la web 2.0, los smartphones y las herramientas de Internet.

La rapidez en la innovación impulsa la nueva profesión del coolhunter  o cazador de tendencias
La rapidez en la innovación impulsa la nueva profesión del coolhunter o cazador de tendencias