Terror en el laboratorio: de Frankenstein al Dr. Moreau

Exposición

Título Terror en el laboratorio: de Frankenstein al Dr. Moreau

La muestra rastrea en el siglo XIX el origen de científicos y creaciones arquetípicas que la ciencia ficción nunca ha abandonado desde entonces.

Fecha Del 16 de junio al 16 octubre de 2016
Links

Han pasado doscientos años desde el lúgubre verano en que Lord Byron, John Polidori, Percy y Mary Shelley compartieron en Villa Diodati, a orillas del lago Lemán. De sus veladas junto al fuego surgieron muchas historias terroríficas, pero ninguna ha dejado la huella de ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’.

A comienzos del siglo XIX, la química y la electricidad, dos ciencias en pleno desarrollo, parecían capaces de ofrecer respuesta a una pregunta milenaria: ¿cuál es la naturaleza de la vida? Mary Shelley no era ajena a las corrientes de pensamiento contemporáneas, y su obra se inspiró tanto en el mito de ‘Prometeo’ y ‘El paraíso perdido’ de Milton como en los experimentos de Luigi Galvani centrados en los efectos de la electricidad sobre los músculos y las especulaciones de Erasmus Darwin sobre la reanimación de microorganismos muertos. Su novela pionera planteaba la analogía entre científico y creador divino, combinando el terror gótico con planteamientos propios de la ciencia ficción moderna. Con ‘Frankenstein’, nació una figura esencial en la literatura y la cultura popular: la del científico loco.

La exposición Terror en el laboratorio: de Frankenstein al Dr. Moreau rastrea en el siglo XIX el origen de científicos y creaciones arquetípicas que la ciencia ficción nunca ha abandonado desde entonces, y cuyos ecos resuenan en campos de investigación actuales como la robótica, la genética o la inteligencia artificial.

Así fue la inauguración:

Comisariada por Miguel A. Delgado y María Santoyo, la muestra explora las derivas iconográficas del monstruo de Frankenstein y otros seres como Mr. Hyde, el Hombre invisible, las criaturas del Dr. Moreau y la Eva futura. Incluye piezas originales de la Filmoteca Española, los Museos Complutenses y varias colecciones privadas inéditas que hacen hincapié en la cultura pop, pulp y underground de los años 70 del siglo pasado.

Partimos del laboratorio como lugar de creación, un científico que juega a ser Dios y su criatura antropomorfa, que puede ser un monstruo, su doble o un autómata, pero que siempre se revela como un grave error.