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"Los recursos más valiosos en el futuro serán los datos". Esta afirmación de José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, nos anticipa la revolución que ya está suponiendo el big data en nuestra sociedad.

El big data se ha posicionado como una de las grandes revoluciones tecnológicas, presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Estamos rodeados de algoritmos que nos conocen por la huella de datos que dejamos en todo lo que hacemos. Este nuevo escenario en el que nos movemos se analiza en la publicación ‘Economía de los datos. Industria 4.0’, que se presentó el miércoles 13 de junio en Espacio Fundación Telefónica. De ella, hemos extraído seis situaciones y realidades curiosas.

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Así fue el evento

1. Tecnología de radiofrecuencia como sensor para empleados
La utilización de tecnologías como el big data dentro de las fábricas supone para las empresas contar con múltiples fuentes de información. Algunas cumplen varias funciones, por ejemplo: RFID es la identificación mediante tecnologías de radiofrecuencia de determinadas etiquetas. La misma tecnología que se utiliza en las tiendas de moda para detectar que alguien se ha llevado una prenda sin pagarla. En el contexto industrial, también permite sensorizar a los empleados, detectando los lugares por donde van pasando y creando mapas de calor. Con ello la empresa puede conocer qué zonas son más frecuentadas, cuáles son lugares de paso o cuáles son los paquetes y recursos físicos móviles de la fábrica.

 

2. ¿Qué ocurre en Internet en un minuto?
Los usuarios generamos gran cantidad de datos diarios: reflejamos lo que hacemos, sentimos o dónde estamos. Estos son utilizados por las empresas para conocer mejor nuestros gustos e intereses, adecuar sus productos y servicios, entender nuestros patrones de actuación y adaptar sus campañas de marketing. , que no solo se puede analizar por días, sino también por minutos.

Es sorprendente que en 2018, por ejemplo, en solamente un minuto:

– Se envían 473.000 tuits
– Se realizan 3,9 millones de búsquedas en Google
– Se suben 49.300 fotos a Instagram
– Se ven 4,3 millones de vídeos en Youtube
– Se ven 97.000 horas en Netflix
– Se hacen 176.000 llamadas vía Skype
– Se escuchan 750.000 canciones en Spotify
– Se crean 120 cuentas nuevas en LinkedIn
– Se envían 1.100 paquetes por Amazon
– Se hacen 18 millones de consultas en la aplicación climatológica

Fuente: ‘Data Never Sleeps 6.0’. DOMO

3. Los unicornios del big data
Si hablamos de los perfiles que más se demandan en este sector, el científico de datos es posiblemente el más complicado de encontrar en el mercado, o de desarrollar internamente dado el caso. Esta dificultad provoca que en el sector se les conozca como unicornios. Y te preguntarás, ¿qué habilidades tiene el científico de datos? Según el informe, es mejor en estadística que cualquier ingeniero de software y mejor ingeniero de software que cualquier estadístico. Su principal responsabilidad es la de extraer conocimiento de la información proporcionada por los ingenieros de datos, para poder responder a las preguntas que se le plantean en los diferentes casos de uso. Debe poseer, además de conocimientos de ciencia aplicada, aptitudes de comunicación y negocio para trasladar con claridad, a los responsables de la toma de decisiones, las claves obtenidas durante el proceso de análisis. Se suele exigir también conocimientos en herramientas de visualización.

4. Dos años y un 90% de datos generados
En la sociedad actual todo está “hiperconectado”. La creciente digitalización, tanto de las personas como de las cosas, ha propiciado que el 90% de los datos almacenados hoy en todo el mundo se haya generado únicamente durante los dos últimos años. Según el informe ‘Economía de los datos’, para 2020 se habrá multiplicado por diez el volumen de datos que se genera anualmente en el planeta. El tratamiento inteligente de estos será clave para mejorar la eficiencia de los diferentes servicios.

 

Variante del mapa original del Dr. John Snow

5. Las muertes por cólera, el ejemplo más antiguo de análisis de datos
Antes de la revolución digital ya existían los datos y su análisis no es algo nuevo. Uno de los ejemplos más antiguos que, según la publicación, se recuerdan de recopilación de información y explotación de la misma es el caso del análisis de las muertes por cólera realizada por el doctor John Snow, en el Londres de 1854. Mediante la visualización geográfica de los fallecimientos que se habían producido por esta enfermedad en el mes de septiembre de ese año, el doctor verificó que la variable que mejor las explicaba era la existencia de un pozo de agua contaminado en Broad Street. Gracias al análisis de datos, también explicó por qué enfermó gente que vivía lejos de esta calle o por qué de un taller cercano con más de quinientas personas solamente enfermaron cinco empleados.

6. Medio millón de puestos de trabajo
Según estadísticas de la Unión Europea, en 2016 existían unos 350.000 empleos relacionados con los datos en España y en torno a seis millones en toda la Unión Europea. Cifras que seguirán creciendo, ya que la demanda de este tipo de profesionales roza en la actualidad el medio millón de puestos de trabajo.

Descarga gratis el informe: ‘Economía de los datos. Industria 4.0’

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