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Tras cinco años de búsqueda de trabajo, decidió actualizarse, buscar las profesiones más demandadas en el mercado laboral y dar un giro a su vida. Esta es la historia de Lorena, una de las mujeres coraje que han formado parte del curso ‘Programación Web’, una iniciativa para potenciar la empleabilidad de las mujeres desarrollada por Fundación Telefónica y la Fundación José María de Llanos.

DESCUBRE EL PROYECTO

Cuando Lorena Portilla llegó a España desde Ecuador hace cinco años, no se imaginaba lo difícil que iba a ser encontrar un puesto de trabajo en el país de destino. Tenía 14 años de experiencia como administrativa la empresa privada y con posterioridad en Registro Civil de su ciudad natal. Llegó convencida de que con su profesión y experiencia sería más fácil, pero cada vez que tocaba una puerta, esta no se abría. Durante cinco años ha estado buscando trabajo sin cesar. Con la pandemia decidió actualizarse en cursos contables y legislativos, pero buscó cuáles eran las profesiones que demandaba el mercado de trabajo y decidió dar un giro a su vida.

Se inscribió en un curso online, pero el que eligió le resultaba muy costoso. Le contó a su médica de cabecera su situación, que se sentía frustrada de tantos años buscando trabajo y ni tan siquiera le habían dado una oportunidad. Fue la doctora la que le habló de Espacio Mujer Madrid (EMMA) de la Fundación José María Llanos. El curso ya había iniciado, pero se puso rápidamente al día y se pudo incorporar al ritmo de aprendizaje del resto de sus compañeras.

Para Lorena, el curso ‘Programación Web’, que forma parte del Proyecto formativo de Empleo Digital para la mejora de la empleabilidad de mujeres desarrollado por Fundación Telefónica y la Fundación José María de Llanos, no es un curso cualquiera ni en lo académico ni en lo personal. Al tener un poco de base en programación, no le resultó difícil. Pero al ir adentrándose en el lenguaje de programación le ha costado un poco más. Sin embargo, el reto le ha encantado, porque se siente incentivada a seguir aprendiendo. Ver mucho código no solo no le asusta, sino que le encanta para seguir investigando para ver de qué se trata. “Descubrir una cosa que te lleva a otra, y ésta a otra más es retador y te atrapa”.

«Si queremos tener un cambio real en la sociedad, este cambio tiene que empezar por el código, porque estamos rodeados de código».

Lorena Portilla

Está aplicando ahora para front end, todo lo que es de escritorio para fuera. Le gusta sobre todo la maquetación, los estilos. Siempre está modelando y cambiando cosas para ver cómo queda más atractivo para el usuario. Ahora anhela trabajar en alguna empresa de publicidad. Acostumbrada a trabajar en estos últimos años ha pasado por momentos de desesperanza. Está convencida de que el haberse reintentado dará sus frutos. Se ha sentido arropada, motivada y, por ende, animada a comenzar una nueva etapa entre códigos de unos y ceros.

 

Una profesión en busca de talento femenino

“Esto es un curso de formación, pero es como una familia. Al inicio tenía un poco de temor al saber que ya estaba un grupo hecho. Si un día alguien no se conecta todas se interesan por si ha pasado algo, o en si tiene necesidad de apoyo para sacar adelante el trabajo”. Ha descubierto el trabajo en equipo y es algo que le agrada enormemente. Antaño los métodos colaborativos de trabajo brillaban por su ausencia y en sus labores de asistencia de gerencia ni tan siquiera eran imaginables. “Esta es una bonita forma de trabajar que aporta mucho. Darse ideas, pasarse un código, ver la manera de poder aportar a tus compañeras produce gran satisfacción personal”.

A Lorena le gustaría que muchas más mujeres sepan que el mundo de la programación no es solo para hombres. “Nosotras no sabemos de lo que somos capaces de hacer. Anima a todas a que lo hagan. Le gustaría que hubiera muchos más cursos y que se den a conocer para que puedan hacerlos muchas más mujeres. A ellas les diría que empiecen poco a poco. “Es un mundo difícil, pero no imposible».

Cree que es el momento de las mujeres. “Si queremos tener un cambio real en la sociedad este cambio tiene que empezar por el código porque estamos rodeados de código: en el coche el navegador usa códigos, Spotify es código, las apps, son código. Todo es código y tenemos que estar ahí”.

Lorena y otras alumnas durante el curso 'Programación Web'

Se puede perfectamente a la edad que quieras aprender código partiendo de cero. Incluso si careces de competencias digitales básicas o si ni siquiera había has abierto un ordenador. No importa. Yo empecé con un curso de Word y ahora he aprendido tres lenguajes de programación. Para hacer una web es más que suficiente. Y si encima tienes creatividad, es una pasada. Hay muchos puestos de trabajo digitales que se quedan sin cubrir y necesitan mujeres para ser diversos”. Lorena lo tiene claro: “No podemos dejar escapar esta oportunidad”.

 

El reto de reinventarse en la era digital

En total, 19 mujeres han participado en el curso de ‘Programación Web’ desarrollado por Fundación Telefónica y la Fundación José María de Llanos. Mujeres coraje que han demostrado que se puede volver a empezar incluso desde las situaciones personales más difíciles y extremas. Que se puede aprender partiendo de cero. Que todos podemos adaptarnos a los cambios para afrontar nuevos retos. Y que para ello solo hace falta motivación, empeño, foco y una actitud proactiva para salir de nuestra zona de confort.

Cuando llegaron al Espacio Mujer Madrid EMMA, la gran mayoría no contaba con conocimientos de informática, y en algunos casos carecían de las mínimas habilidades digitales. Los itinerarios formativos, además de centrarse en el aprendizaje de diseño de páginas con código HTML y CSS; la creación de landing pages; funcionalidades sencillas de Javascript; o la estructura de contenido semántico (HTML5) y posicionamiento SEO; se han complementado con acciones para adquirir competencias transversales.

El desarrollo de estas competencias las ha empoderado. Todas ellas coinciden en que ha mejorado su autoestima, su gestión emocional y de creencias limitantes, su capacidad de comunicación, su descubrimiento al disfrutar enormemente con el trabajo colaborativo, su actitud para afrontar la resolución de problemas y su aprendizaje sobre la búsqueda activa de empleo sabiendo poner en valor sus propias fortalezas. Ahora se sienten con ganas de luchar para abrirse un camino en este nuevo mundo, saben que es difícil, quieren seguir aprendiendo y van a por todas.

«Todo es código y tenemos que estar ahí». Descubre la historia de Lorena
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