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Las TIC y el sector financiero del futuro, editado por Colección Fundación Telefónica/Ariel, plantea una reflexión sobre el papel de la tecnología en el sector financiero español de los próximos años

 

Las TIC constituyen una parte esencial e indisoluble del negocio financiero, en concreto en el paso del negocio de manejo de dinero al negocio de la gestión y procesamiento de información.

El número de tarjetas emitidas no ha cesado de crecer: en 2009 había casi 77 millones en España, un 59,1% más que en 2000; el incremento de terminales y cajeros alcanza la cifra de 1.392.805 en España, un 25,5% más que al comenzar la década; y la capitalización de las acciones cotizadas en la Bolsa de Madrid era de 550 miles de millones de euros en febrero de 2011, 6,8 veces más que en diciembre de 1989.

La banca española invirtió en tecnologías de la información 3.800 millones de euros en 2009, lo que coloca al sector en el primero en esfuerzo en tecnología; y en penetración de las TIC, el sector financiero y de seguros se sitúa en segundo lugar, por detrás del de informática e I+D.

La nueva estrategia de las entidades financieras en el entorno de la web 2.0 pasa por la transparencia en la gestión, la personalización de los servicios y la comunicación bidireccional.

Madrid, 23 de febrero de 2012.- El sistema financiero español es uno de los más innovadores en el uso de las TIC, lo que ha llevado a España a estar entre los que disfrutan de una mayor penetración bancaria del mundo, según libro Las TIC y el sector financiero del futuro (Col. Fundación Telefónica / Ariel), coordinado por Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), que se ha presentado hoy por el coordinador del estudio y el vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Javier Nadal.

En la obra también se destaca que el sistema financiero español es uno de los que más invierten en tecnologías de la información, concretamente 3.800 millones de euros en el año 2009, según un estudio de Accenture realizado en 2010. Esto le ha permitido liderar en muchas ocasiones las transformaciones ligadas a la sociedad de la información en España.

El número de tarjetas emitidas no ha cesado de crecer: en 2009 había casi 77 millones en España, un 59,1% más que en 2000; el incremento de terminales y cajeros alcanza la cifra de 1.392.805 en España, un 25,5% más que al comenzar la década; y la capitalización de las acciones cotizadas en la Bolsa de Madrid era de 550 miles de millones de euros en febrero de 2011, 6,8 veces más que en diciembre de 1989.

Además de las cifras económicas, hay otros indicadores que apoyan la enorme influencia de las TIC en las organizaciones del sector financiero. Según el informe de 2010 elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la patronal Ametic y la consultora Everis sobre el grado de penetración de las tecnologías de la información en las empresas, el sector financiero y de seguros se sitúa en segunda posición, con 47,3 puntos sobre 100, únicamente por detrás del sector de informática e I+D, con 62 puntos.

 

Evolución sinérgica

En las relaciones entre las TIC y el sector financiero en España se pueden distinguir tres grandes etapas históricas: la mecanización de las aplicaciones internas, el desarrollo del sistema de intercambio y el desarrollo de nuevos canales.

La primera etapa arranca con la aparición de los equipos de informática a finales de los años 60, aunque no fue hasta la llegada del ordenador personal, en los 80, cuando comienza la verdadera democratización de la informática. En esta fase surgen también los primeros medios de pago electrónicos, las tarjetas, así como los cajeros automáticos y los datáfonos. La primera tarjeta de crédito en España la emitió el Banco de Bilbao en 1971 con la marca BankAmericard y el primer cajero automático lo instaló el Banco Popular en Toledo en 1974.

En la segunda etapa, que va desde principios de los años 80 hasta principios de los 90, se profundizó en los sistemas de intercambio de información entre entidades financieras y nació el Sistema Nacional de Compensación Electrónica (SNCE), el Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE), la conexión de la banca española a la red internacional SWIFT y la adhesión al estándar internacional EDIFACT de intercambio de información electrónica.

En la tercera, el foco está en la definición de nuevos canales de atención al cliente y en la mejora de la calidad del servicio. La banca telefónica, en 1992, se sumaba al canal del cajero automático y a la oficina tradicional. Pero, sin duda, el canal que ha tenido un mayor impacto es la banca por Internet, o banca online, que ha revolucionado el concepto de autoservicio bancario, sobre todo desde su evolución hacia la banca móvil a través de los teléfonos inteligentes o smartphones.

¿Cómo ha afectado al cliente la irrupción de las TIC en el sector financiero? Sobre todo en un mayor desarrollo de la banca minorista en nuestro país, lo que ha supuesto, a su vez, un mayor desarrollo de innovaciones TIC relacionadas con los canales de atención al cliente (banca telefónica, cajeros automáticos, banca por Internet) y, en menor medida, de los medios de pago electrónicos.

 

Retos de futuro

Como principal reto de futuro, las entidades financieras deben saber adaptarse al nuevo entorno surgido con la web 2.0, un entorno de mayor poder para los clientes, en el que Internet es un medio con sus propias condiciones de comunicación con el mercado. Cuestiones como la transparencia en la gestión, la personalización de los servicios o la comunicación bidireccional deben ser el objetivo de esta nueva estrategia.

En este sentido, algunas entidades ya han comprendido la relevancia a medio y largo plazo de implantar una orientación hacia el cliente basada en la conversación y están desarrollando estrategias de marketing y comunicación en las redes sociales. La presencia de la banca en la web 2.0 puede llevarse a cabo siguiendo diversas aproximaciones complementarias entre sí: creación de comunidades o foros propios, patrocinios de contenidos en comunidades de terceros, lanzamiento de blogs corporativos y la aportación de contenido en comunidades y redes sociales generalistas.

Entre las tendencias emergentes a tener en cuenta en el futuro inmediato del sector financiero se sitúan el cloud computing o la negociación a alta frecuencia en mercados financieros (High Frecuency Trading, HFT).

La banca española, primera en esfuerzo tecnológico
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