Videojuegos. Los dos lados de la pantalla

Exposición

Título Videojuegos. Los dos lados de la pantalla

Sumérgete en una exposición lista para ‘ser jugada’ y dirigida tanto a quienes han crecido en el universo de los videojuegos como a quienes quieren conocerlo y dejarse sorprender.

Fecha 25 septiembre 2019 - 12 enero 2020
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En menos de cincuenta años, los videojuegos han expandido sus límites dentro y fuera de la pantalla, generando un alto impacto en la cultura y la sociedad y convirtiéndose en motor de cambio tecnológico y científico. La exposición ‘Videojuegos. Los dos lados de la pantalla’ muestra el extenso territorio que han generado, desplazando las fronteras con otras áreas, tecnologías y formas de vida.

Esta propuesta expositiva pretende identificar estas rupturas y avances desde ambos lados de la pantalla.Desde dentro, encontramos tanto una producción tecnológica que ha sido la punta de lanza de la innovación, como los procesos creativos de diseño gráfico, narrativa, mecánicas, música, doblaje, etc. que dotan al videojuego de nuevos formatos y experiencias. Y, desde fuera de la pantalla, encontramos su presencia en el ámbito social, científico y artístico.

La exposición plantea un viaje en el que los visitantes podrán comprender cómo se hace un videojuego o qué relación mantienen con el cine, la música y otras artes. Y descubrir cosas que quizá nunca imaginaron, como las implicaciones económicas y laborales de la industria del videojuego, su capacidad para generar conocimiento colectivo, sus implicaciones socioculturales, su vertiente más artística e incluso los modos en los que el videojuego genera nuevas formas de investigación científica.

Dentro de la pantalla

El videojuego es una forma de expresión que va más allá de las artes tradicionales como el cine, la música, la pintura, el diseño o la literatura, aunando elementos de todas ellas y sumándoles un ingrediente único: la interacción. Esta sección aborda la enorme complejidad de los procesos creativos implicados en el desarrollo de un videojuego y explica a través de distintas piezas algunas de las fases más importantes de su desarrollo.

‘Mun & Lee – Crammer. Altet Ego’, Robie Cooper

Debido al avance de las posibilidades que ofrece la tecnología y a los nuevos estándares de la industria, el proceso creativo detrás del desarrollo de un videojuego puede resultar sumamente sofisticado. Aunque su creación puede ir a cargo de una sola persona, los proyectos más ambiciosos suelen contar con un gran equipo compuesto por diseñadores, artistas, guionistas, programadores, testers o ingenieros de sonido, entre otros. Cada uno se encarga de las distintas áreas que conforman la experiencia, tales como el apartado gráfico, el ambiente sonoro, la historia y las mecánicas de juego. Muchos videojuegos necesitan años de desarrollo antes de poder lanzarse al mercado.

En la actualidad, la gran variedad de desarrolladores y de videojuegos existentes hacen posible que convivan entornos fotorrealistas que apenas pueden distinguirse del mundo real o cinematográfico con propuestas artísticas de todo tipo, inspiradas en estéticas y referentes muy diversos y que dotan a los títulos de personalidades únicas. El componente interactivo, que otorga al jugador la capacidad de determinar el curso de la historia, convierte la elaboración del guion en un proceso sumamente intrincado, y cuestiones como la animación, el diseño de espacios o las mecánicas de juego dan cuenta de hasta qué punto el potencial creativo de este medio va estrechamente ligado a la innovación tecnológica que permite darle forma.

Conectando ambos lados de la pantalla

Esta sección traza un recorrido por las diferentes interfaces del videojuego, desde las más sencillas a las más complejas. Mostraremos el paso del joystic al mando, interfaces que nos permiten jugar a partir del movimiento de todo el cuerpo, mandos inclusivos, Alt+CNTRL games o videojuegos que experimentan con nuevas formas de interacción, como ‘Line Wobbler’, de Robin Baumgarten, un juego unidimensional que se reduce a una tira de leds y un joystic.

‘Line wobbler’, Robin Baumgar

Desde su origen, el videojuego se convierte en una de las primeras interfaces, motor de la innovación tecnológica a nivel de usuario: las consolas de videojuegos son los primeros ordenadores personales en entrar a las casas, es el ocio el que mueve la producción de chips, las mejoras en el procesamiento, la detección de la posición del usuario, el reconocimiento facial, etc. Muchas de las mejoras tecnológicas en las que podemos pensar, aplicadas a campos de lo más diverso, se producen, se popularizan y entran en los hogares gracias a los videojuegos.

Pero no sólo el avance tecnológico es importante. Las interfaces comunican los procesos internos, a las máquinas y a los diseñadores de juegos con sus usuarios, al tiempo que conforman nuevos modos de jugar. Es por ello que en esta exposición las encontramos como un nexo que genera las conexiones dentro y fuera de la pantalla.

Fuera de la pantalla

La influencia de los videojuegos va mucho más allá de lo que podemos imaginar. Si apartamos la vista de la pantalla para mirar alrededor, podemos ver sus influencias en diferentes áreas. Convertido en una de las formas de entretenimiento más exitosas, masivas y omnipresentes de la sociedad, el impacto del videojuego no se limita a la repercusión económica de la industria, sino que constituye uno de los principales agentes socializadores de la cultura del siglo XXI. Por esta razón, cuenta con el poder de perpetuar conductas discriminatorias o de dar importantes pasos para promover la igualdad.

A través de varias secciones, la exposición aborda la compleja y fascinante relación entre el mundo físico y el virtual: cómo perpetuamos los estereotipos de nuestra sociedad en la esfera digital, de qué manera construimos identidades y comunidades alternativas que habitan en los videojuegos o cómo podemos transformar nuestro entorno a través de reflexiones que tienen lugar en la pantalla. También dedica una gran pieza a los torneos de eSports, fenómeno que ya genera una audiencia anual de unos 385 millones de espectadores.

‘Examples of working game cities maps’, por Konstantinos Dimopoulos

El impacto de los videojuegos llega hasta la ciencia. A partir de estudios neurocientíficos como los llevados a cabo por los equipos de Tanaka (2013), Hyun (2013), Gong (2015) o Palaus (2017), sorprenden los datos de la mejora de diferentes áreas del cerebro debido al uso continuado de videojuegos. Estas investigaciones han demostrado progresos en las habilidades cognitivas de personas saludables, como el aumento de la actividad neauronal y la plasticidad cerebral. Asimismo, en la actualidad se está valorando su uso en terapias de recuperación ante casos de deterioro cognitivo.

Más allá de las mejoras cerebrales, los videojuegos se han posicionado como aliados de la tecnociencia contemporánea. Se emplean en diferentes áreas y con diversos fines, entre los que se encuentra su uso en epidemiología, donde se emplean simulaciones para estudios sobre el control de epidemias; terapias de rehabilitación; la formación y el entrenamiento de personal sanitario o en la investigación colaborativa que promueve la ciencia abierta mediante sistemas de computación humana. Esta última aplicación abre la ciencia a la participación ciudadana y muestra cómo la cooperación puede dar excelentes resultados en este ámbito.

La exposición va acompañada además de un programa de talleres elaborado por nuestro equipo educativo. Hay talleres para todas las edades y la inscripción es gratuita. Consulta aquí todos los detalles.

Con la colaboración de: