A través de esta obra, Charles Fadel explora cómo debe transformarse la educación para preparar a las personas en un mundo dominado por la inteligencia artificial, la automatización y los rápidos avances tecnológicos. No basta con enseñar conocimientos técnicos, sino que es esencial desarrollar habilidades humanas como el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la capacidad de adaptación. Charles Fadel propone un enfoque educativo integral que combina conocimiento, competencias, carácter y meta-aprendizaje (aprender a aprender), con el objetivo de formar ciudadanos capaces de afrontar la incertidumbre, los dilemas éticos y los desafíos del futuro. En definitiva, el libro plantea que la educación debe evolucionar para que las personas no solo se adapten a los cambios, sino que sean protagonistas en la construcción de un futuro más humano y equilibrado.