El presidente de Fundación Telefónica ha intervenido en la mesa 'Cultura y educación como principales herramientas de innovación', para hablar de ProFuturo y nuevos modelos pedagógicos en la era digital.
Cultura, educación e innovación siempre han sido prioridades fundamentales para Fundación Telefónica. Por ello, César Alierta, presidente de la Fundación, ha intervenido en una mesa dedicada a estas cuestiones en el ‘Congreso InnovaAPD. El futuro de España y Europa en manos de la innovación’, celebrado el 18 de septiembre de 2019, en Madrid. Junto a él han estado Félix Lozano, socio fundador y CEO de TeamLabs, y Rosa Sanchidrián, cofundadora del Instituto de Gobernanza Empresarial.
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¿Estamos haciendo algo mal en el ámbito de la innovación? ¿Qué nos aleja de los modelos asiáticos o anglosajones? El I Congreso de Innovación nace con el objetivo de responder a estas cuestiones y plantear un cambio de rumbo en España. César Alierta, presidente de Fundación Telefónica ha participado en la mesa ‘Cultura y educación como principales herramientas de innovación’ para hablar sobre los nuevos modelos de enseñanza en el ámbito de la educación digital.
El presidente de Fundación Telefónica ha destacado la importancia de implementar una educación digital para combatir la exclusión social y el desempleo, y potenciar el futuro de los más jóvenes. Además, también ha hecho especial hincapié en los retos que nos deparará esta nueva forma de enseñanza: «Tenemos por delante un desafío con nuestras nuevas generaciones: incorporar a su aprendizaje los progresos alcanzados por la inteligencia artificial y el uso de la tecnología».
Cultura y educación como (principales) herramientas de la Innovación
Cultura y educación son una constante estructural dentro de cualquier modelo de innovación. Con el propósito de estimular la excelencia en materia de enseñanza superior, la investigación y la innovación, la Comisión Europea creó en 2008 el Instituto Europeo de Innovación (EIT), que desde entonces trabaja en el impulso de entornos culturales proclives al pensamiento creativo desde los que alimentar la I+D , el espíritu emprendedor y el traspaso de conocimiento.
A pesar de estos avances, en Europa todavía existen grandes abismos culturales entre los países del norte y los del sur, donde los sistemas educativos son diametralmente opuestos por la distancia pragmática que los separa.
Una situación similar se vive con las habilidades digitales, algo normalizado entre los ciudadanos de países como Holanda y que en España solo llegan al 54% de las personas.
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¿Cuál es el país más innovador del mundo? seguramente los primeros países que se te han pasado por la cabeza hayan sido Estados Unidos, Japón o Alemania. Sin embargo, a día de hoy, ninguno de ellos está siquiera entre los cinco primeros. Son superados por Suiza, Holanda, Suecia y hasta Singapur.
Así aparece recogido en el último Índice Mundial de Innovación 2018, diseñado para clasificar las economías de más de 130 países de acuerdo con su capacidad y su desempeño innovador, y donde se destaca además que la tendencia es multipolar. Definitivamente, en España, vigésima octava potencia innovadora, hay algo que no estamos haciendo bien cuando hablamos de innovación. Podemos descartar la cuestión de si nuestros profesionales son menos creativos que el resto, porque no es verdad.
La cuestión se complica aún más al contemplar que en Europa tampoco existe un entorno normativo favorable al intercambio de conocimiento y a la búsqueda de sinergias por medio de la colaboración empresarial. La cultura del error y del riesgo a este lado del Atlántico, prácticamente inexistente, no ayuda a revertir la situación y advierte, además, el fuerte arraigo social del problema.
Es el momento de plantear con visión estratégica un cambio de rumbo en España y en Europa. No va a haber segundas oportunidades porque la innovación no espera a nadie. Innovar para competir es un mantra que todos debemos interiorizar porque la auténtica innovación empieza en las personas.
