Ese es nuestro propósito, el que inspira a Telefónica, y que se materializa en toda la actividad de la Fundación Telefónica.
Son tiempos extraordinarios. Estamos asistiendo al nacimiento de una nueva era, potenciado, influenciado o causado de alguna forma por el hecho de que estamos inmersos en la mayor revolución tecnológica de la historia de la Humanidad. En un momento en el que la tecnología está más presente que nunca en nuestras vidas, no podemos olvidar que las conexiones más importantes son las conexiones humanas. Porque a día de hoy, la calidad de vida de las personas depende en gran medida de esa conexión.
La tecnología no es buena o mala en sí misma; depende del propósito que queramos darle. Tenemos que encauzarla para ponerla al servicio de las personas. Uno de los mayores riesgos que tenemos es la desigualdad de oportunidades. Por eso, es esencial que gestionemos bien la transición a este nuevo mundo, sin dejar a nadie atrás. Estas páginas recogen las actividades realizadas por la Fundación Telefónica en 2021 y reflejan la pasión y dedicación de todas las personas que la conforman y de los miles de voluntarios Telefónica que, ante todo, han situado a las personas en el centro.
Nuestra Fundación impacta positivamente y contribuye a mejorar la vida de millones de niñas, niños y jóvenes en más de treinta países. Gracias a la innovación y, muy especialmente, gracias al instrumento de transformación social más poderoso: la educación y la formación. Sin duda, la mejor palanca para apoyar a las personas es dotarlas de habilidades y competencias digitales para impulsar su empleabilidad. Estoy seguro de que ese papel se va a reforzar con su integración en el nuevo Hub mundial de Innovación y Talento. Todos juntos seguiremos sumando esfuerzos y trabajando para que la educación y la innovación sean siempre una prioridad, se adecuen a los nuevos tiempos y sean cada vez más inclusivas. Porque si lo hacemos bien, esta revolución digital traerá también consigo el progreso social. Y tenemos la responsabilidad de contribuir a que así sea.
Nuestra hoja de ruta la marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible que conforman la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Mucho antes de que se alcanzara un amplio consenso global sobre la necesidad de erradicar la pobreza, combatir la desigualdad, garantizar el acceso a la educación y hacer frente al cambio climático, Fundación Telefónica ya estaba trabajando en esos objetivos.
Desde hace tiempo defendemos la necesidad de alcanzar un nuevo contrato social que suponga la actualización del Estado de Bienestar sobre los principios del humanismo. Valores como la solidaridad, la cohesión o la libertad, se ven cuestionados por grandes conflictos, como los dilemas que se plantean entre la creación de empleo y la automatización, la digitalización y la igualdad, la privacidad y los servicios gratuitos, entre la verdad y las noticias falsas o, más recientemente por la guerra de Ucrania. Organizaciones como Fundación Telefónica están llamadas a desempeñar un papel muy relevante en la expansión de ese nuevo humanismo digital. Y para mí es un honor asumir la Presidencia y llevar la Fundación al lugar que le corresponde.
Quiero dar las gracias a César Alierta por su extraordinaria labor al frente de la Fundación Telefónica. Este informe da fe de su legado. Con cariño, y en nombre de todas las personas que hacemos Telefónica, le expreso mi profundo agradecimiento por lo realizado para crear un mundo mejor.