Internet también es un espacio público, donde convivimos, aprendemos y nos expresamos. Pero, así como en la vida real, la igualdad y el respeto son esenciales para que sea un lugar seguro para todas las personas. En el entorno digital, los estereotipos, el acoso o la exposición a contenidos dañinos pueden reproducir desigualdades y violencias que afectan especialmente a los más jóvenes. Reconocer estos riesgos y hablar de ellos abiertamente es el primer paso para construir una red más justa e igualitaria, donde todos puedan participar sin miedo.
Defender la igualdad en internet no es solo denunciar lo que está mal, sino también actuar con empatía y responsabilidad. Significa no compartir contenidos ofensivos, no juzgar ni humillar, y usar la tecnología para crear espacios positivos y de apoyo. Cada mensaje, comentario o publicación puede contribuir a cambiar la cultura digital: una en la que el respeto, la diversidad y la seguridad sean la norma, y no la excepción.






