‘Más allá de 2001: Odiseas de la inteligencia’, en Burgos

Exposición

Título ‘Más allá de 2001: Odiseas de la inteligencia’, en Burgos

La exposición ‘Más allá de 2001: Odiseas de la inteligencia de Fundación Telefónica’ podrá verse hasta diciembre en el Museo de la Evolución Humana. Esta muestra parte del filme de Stanley Kubrick para ofrecer una reflexión sobre la odisea humana en su búsqueda de la expansión de la inteligencia.

Fecha 5 abril - 9 diciembre 2019
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Con especial acento en la sinergia entre arte, ciencia y tecnología, el principal propósito de esta exposición, comisariada por la especialista en media art Claudia Giannetti, es mostrar los hitos de las inteligencias humana y artificial a partir de la invención de instrumentos o aparatos (como la IA) en el pasado, destacando su enorme desarrollo en el presente y las perspectivas que sugiere el porvenir.

Ciencia ficción convertida en realidad

En 1968, Stanley Kubrick incluyó en el reparto de protagonistas de ‘2001: Una odisea del espacio’ al superordenador HAL 9000 —que mediante inteligencia artificial controlaba todos los sistemas de una nave espacial e incluso a sus tripulantes—. Su visión fue calificada como propia de las fábulas de ciencia ficción. En unas de sus miles de páginas mecanografiadas previas al inicio del rodaje, el director describió un ordenador con el nivel intelectual de un genio humano, que habría pasado el test de Turing y que podría detectar emoción y sufrimiento.

Al cumplirse 70 años de ‘El Centinela’, cuento de ciencia ficción de Arthur C. Clarke en el que se basó ‘2001: Una odisea del espacio’ y los 50 años del estreno de la película de Kubrick, no sólo se han hecho realidad muchas de las predicciones de ‘2001’ gracias a los actuales programas de Inteligencia Artificial (IA), sino que estos sistemas ya forman parte de la rutina humana en prácticamente todos los ámbitos de la vida: desde las comunicaciones, los transportes, el urbanismo y la economía, hasta la educación, la medicina, el arte, el ocio y también la industria armamentística o el sector de la seguridad.

Las tres odiseas

La exposición, cuyo título es una referencia directa a la obra de Kubrick, se estructura en tres ejes temáticos:
– ‘El despertar de la inteligencia’
– ‘En el universo de la IA’
– ‘El futuro de las inteligencias más allá del infinito’
Estos, a su vez coinciden con los tres capítulos en que se divide la película:
-‘El amanecer del hombre’,
-‘Misión a Júpiter’ (en la que actúa HAL 9000),
– ‘Júpiter y más allá del infinito’.

La muestra establece analogías entre escenas del filme, acompañadas de documentos y hasta siete manuscritos originales de Kubrick, y una selección de piezas y obras significativas que permiten descubrir la relación entre el ser humano y máquinas ‘pensantes’. La estructura narrativa se articula en torno a diez preguntas, que plantean aspectos relevantes acerca de la inteligencia humana y de las potencialidades de las tecnologías IA.

El despertar de la inteligencia

Con esta película, Kubrick presta un homenaje al libro ‘Así habló Zarathustra’, de Friedrich Nietzsche, en el que el filósofo alemán pregunta “¿qué es el mono para el ser humano?”.

La primera sección de la exposición esboza ‘El despertar de la inteligencia humana’ asociada a la aparición de los primeros instrumentos. Una réplica de la famosa pintura rupestre de las manos de la Cueva del Castillo, en Cantabria, señaliza la evolución hacia una mente consciente y creativa.

 

En referencia a la mítica escena de Kubrick en la que un homínido descubre en un hueso no solo una herramienta, sino también un arma que usa para vencer al adversario, el visitante podrá descubrir un cráneo original de homo antecesor (ca. 400 mil años) apodado ‘Miguelón’, del Museo de la Evolución Humana, cuyas fracturas craneales indican una muerte por agresión con arma.

En este apartado, se establece también una relación simbólica entre el árbol de la evolución, el árbol de la sabiduría y la red neuronal humana, que el padre de la neurociencia Ramón y Cajal llamó de una selva de “árboles, con raíces y ramas”. Una vinculación que se muestra a través de la metáfora del árbol a lo largo de la historia, representada, entre otros, por un facsímil de 1515 del ‘Arbol elementalis’ de Ramón Llull y un facsímil del ‘Origen de las especies’, de Darwin, hasta dar el salto a los dibujos originales de las neuronas (1900–1904) de Ramón y Cajal.

Actualmente el árbol es también significativo para la IA, como se constata en la segunda parte de la exposición: el árbol de búsqueda o el árbol de decisión, que utilizan hoy algoritmos con redes neuronales artificiales.

En el universo de la IA

Esta segunda sección indaga a través de nueve tópicos o cuestiones entrelazadas con escenas de la película el potencial de las máquinas pensantes para la resolución de problemas, la aptitud creativa, el uso militar, la visión artificial, el control sobre los individuos, el procesamiento del lenguaje natural, la Inteligencia Artifical en el contexto cotidiano, la visión futura de una IA tan o más inteligente que los humanos y la posible capacidad para simular emociones.

Aquí destaca la escena en la que HAL gana una partida de ajedrez al astronauta Frank, anticipándose treinta años a la partida entre Kaspárov y Deep Blue y, otros tantos, a la aparición de conceptos como Machine Learning, el aprendizaje automático, que están revolucionando la IA. También se encuentra la pieza ‘DATA | ergo sum’, una instalación interactiva que emula la capacidad de visión panóptica del ojo de HAL y que puede visualizar y extraer 17.000 valores en 20 segundos de observación de nuestro cuerpo y sobre todo del rostro a partir de tecnologías de Inteligencia Artificial.