El programa Jóvenes apoya a los egresados de Proniño mejorando sus expectativas y oportunidades para una transición a la vida adulta, independiente y responsable
07 de marzo de 2011.- Janoer Arnobis nunca pensó que un encuentro con una trabajadora de Telefónica le cambiaría la vida. Pasó de limpiar coches en los semáforos de Cartagena a ser un niño solamente dedicado al estudio. Hoy, gracias a su esfuerzo y al apoyo del programa Jóvenes, ya está en la universidad.
En Europa no es muy recurrente tener payasos, bolas de fuego o “limpiacoches” en cada semáforo que se pone en rojo. Sin embargo, en Latinoamérica es un triste pan de cada día. Decenas de personas, muchas de ellas, menores de edad, buscan ganarse la vida en las cortas paradas que hacen los coches en las calles de las ciudades.
Colombia y Nicaragua, son dos de los países que presentan este fenómeno. Según la Confederaciónde Trabajadores por Cuenta Propia, sólo en Managua, hay 1040 niños que trabajan o piden dinero en los semáforos. En Colombia, no hay una cifra clasificada de esta labor pero según los más recientes datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 1.6 millones de niños trabajan, el 30.4% en comercio.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en Colombia también encontró que de esos niños trabajadores, 850 mil estudian mientras que otros 480 mil declararon no querer volver a la escuela.
Afortunadamente Janoer Arnobis Palomeque, quien ya es un adolescente, hace diez años no hace parte de ninguno de los dos grupos. Tal como él lo afirma, a sus once años tomó la mejor decisión de su vida. Mientras limpiaba vidrios de coches en Cartagena de Indias, le dijo sí a la propuesta de una funcionaria del programa Proniño de Fundación Telefónica. Desde ese entonces cuenta con el apoyo de la organización y hoy, gracias al programa Jóvenes de Fundación Telefónica, está en tercer semestre de Técnico en Gestión Naviera y Portuaria.
