Gran llit porta está fechada en 1972, el mismo año en el que la Galeria Maeght de París presenta la exposición Tàpies Objets et grands formats. Durante este período se observa en la obra del artista catalán un mayor interés por la incorporación de objetos en sus creaciones, hecho que lo relaciona con dos corrientes artísticas que eclosionaban en aquel momento en el ámbito internacional: el arte povera en Europa y el posminimalismo en Estados Unidos.
Sobre la superficie de la obra, de tonalidad ocre-anaranjada, podemos observar tres puertas blancas. Es probable que Tápies utilice las puertas como metáfora del camino a seguir, de la decisión a tomar, de la posibilidad de equivocarse. Las puertas, asimismo, nos hablan de la duda, de la incertidumbre, del miedo a lo desconocido.
El artista ha preferido siempre representar o incluir en sus obras objetos y elementos que pertenecen al ámbito de la cotidianeidad. Objetos corrientes, vulgares incluso, en los que dice encontrar los restos directos de la existencia humana, sin trascendentalismos ni sofisticaciones. Es en la inmediatez de la experiencia diaria donde se conforma nuestra subjetividad, por ello Tápies la convierte en objeto y tema prioritario de sus creaciones.
