Gnomon es un término procedente del griego que puede traducirse como guía. En realidad, la palabra gnomon designa una parte del reloj de sol, aquella que proyecta su sombra y permite conocer la hora del día o la época del año en que nos encontramos. En geometría, el gnomon de un rectángulo es otro que añadido al primero forma otro rectángulo similar al inicial. En esta obra, Chillida se inspira en la tradición clásica, homenajea a los antiguos geómetras y astrónomos.
En Gnomon III el rectángulo se triplica, las formas se abren. El escultor parece abandonar por un momento la creación de espacios íntimos, de lugares vacíos, a través de la esencialización formal. Una suerte de esquematismo que funciona como delimitador del espacio. La escultura deja de ser concebida como aquello que ocupa un volumen para convertirse en reorganizadora de espacios. Chillida entra en confrontación con un espacio que no es tanto físico, sino inmaterial, un espacio cargado de lenguaje y de connotaciones poéticas y metafísicas. El Gnomon nos retrotrae al origen de la geometría, al nacimiento de la matemática. La obra fue realizada en 1984, el mismo año en que Eduardo Chillida recibió el Grand Prix des Arts et Letres de París.
