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Se trata de una de las principales conclusiones de “El periodista en la encrucijada”, coordinado por la catedrática de Periodismo de la Universidad Carlos III, Mª Pilar Diezhandino, y editado por Fundación Telefónica / Ariel

 

El informe señala que el periodismo atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia ante la escasez de tiempo de elaboración de las noticias y de recursos.

Sometidos a una multitarea que no les permite contrastar y contextualizar como deberían para ofrecer una información de calidad, los periodistas deben recuperar su papel de expertos en un entorno de creciente complejidad y proliferación de mensajes.

Frente a los más de 6.000 periódicos que se editan en el mundo, cada minuto se descargan gratis en YouTube 48 horas de vídeos, con una media de 3.000 millones de visualizaciones diarias.

En España, donde actualmente hay 2.500.000 blogs abiertos, continúa creciendo el número de lectores exclusivos del formato electrónico en la red a costa del descenso de los del formato impreso, en una desequilibrada proporción del 32% frente al 7%.

Más de 4.000 periodistas en nuestro país se han visto afectados por los sucesivos reajustes de plantilla y sus funciones asumidas por otros profesionales que no pueden considerarse periodistas: ingenieros, desarrolladores de algoritmos, gestores de contenidos, creadores de aplicaciones para nuevos dispositivos, community managers, etc.

El estudio ha contado con los valiosos testimonios de José Manuel Calvo Roy, Iñaki Gabilondo, Alicia Gómez Montano, Álex Grijelmo, Magis Iglesias, José Joly, Gumersindo Lafuente, Juan Carlos Laviana, Gloria Lomana, Rosalía Lloret, Josto Maffeo, etc.   

Santander, 3 de septiembre de 2012.- El futuro del periodismo pasará necesariamente por un modelo mixto que mezclará la información de pago con la financiación publicitaria, según el estudio El periodista en la encrucijada, volumen coordinado por la catedrática de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid, Mª Pilar Diezhandino, editado en la Colección Fundación Telefónica / Ariel y que ha sido presentado en el Palacio de la Magdalena de Santander, en el transcurso del XXVI Encuentro de las Telecomunicaciones.

La presentación ha contado con la presencia del rector de la UIMP, Salvador Ordóñez; el vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Javier Nadal, y la coordinadora del volumen, Mª Pilar Diezhandino, quienes han coincidido en señalar que la profesión periodística atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia.

El periodista, ante la escasez de tiempo y de recursos provenientes de la filosofía cortoplacista de la empresa mediática, está sometido a una multitarea improductiva que no le permite contrastar y contextualizar como debería para ofrecer una información de calidad. En ese sentido, los colaboradores del proyecto de investigación del Grupo PASEET de la Universidad Carlos III, han hecho notar que los periodistas deben recuperar su papel de expertos en un entorno de creciente complejidad y proliferación de mensajes.

El estudio señala que el negocio periodístico será inviable si se sigue manteniendo la práctica de la gratuidad total de acceso a muchos de sus contenidos que ha instaurado Internet. Frente a los más de 6.000 periódicos que se editan en el mundo, cada minuto se descargan gratis en YouTube 48 horas de vídeos, con una media de 3.000 millones de visualizaciones diarias.

En España, donde actualmente hay 2.500.000 blogs abiertos, continúa creciendo el número de lectores exclusivos del formato electrónico en la red a costa del descenso de los del formato impreso, en una desequilibrada proporción del 32% frente al 7% y esa clara tendencia señala la necesidad de un cambio en el modelo de negocio de las más de cien cabeceras españolas. El buen periodismo prevalecerá cuando resuelva el problema de sus fuentes de ingresos. Los expertos indican que si un ciudadano desea estar realmente informado, debe pagar por ello, ya que los costes de una investigación de calidad no son gratuitos: pagar un poco cada mes, de la misma forma que se paga la factura del cable o del teléfono móvil.

Aunque en algunas ocasiones, como se ha observado en la Primavera árabe o en otras plataformas y sitios web como Wikileaks, la noticia pueda tener su arranque en las redes sociales, blogs y microblogs como Twitter, hasta que no es seguida, analizada y contada sistemática, regular y profesionalmente por los medios de comunicación, la población no le dedica una atención masiva. Es precisamente la información periodística organizada con un criterio profesional la que ofrece un valor añadido que no puede aportar en solitario ningún recurso o el exceso de información en bruto que ofrece la red. Los colaboradores del informe coinciden en que a pesar del tiempo transcurrido desde que en 1940 Paul Lazarsfeld enunciara su teoría del doble flujo de la comunicación – “The two step flow of communication”–, hoy en día sigue mostrando su vigencia: las ideas fluyen de los medios de comunicación a los líderes de opinión y de éstos a los sectores menos activos de la población.

Por otra parte, la prensa ha perdido una cuota importante de sus ingresos publicitarios que no retornará, proveniente de pequeños anunciantes y que suponía un 30% de sus ingresos. Eso se debe a que el modelo de negocio publicitario ha sufrido un desplazamiento: ahora los anunciantes no se interesan tanto por el medio en sí como por el usuario, al que siguen de cerca a través de sus secuencias de consumo y de navegación, sus tiempos de visita y las frecuencias de contacto. Y es que ya no se debe hablar de audiencias, señalan los autores, sino de públicos fragmentados e individualizados, observándose incluso un desplazamiento de las marcas informativas de los medios de comunicación a las personas, que consideran más importante quién dice la noticia que lo que dice, en un ejercicio de lealtad al medio como marca.

Sin embargo, la necesidad que tiene la sociedad de un buen periodismo no ha variado, ya que es el elemento central de la cadena de valor del negocio de la comunicación: las redes sociales y los blogs no han sustituido al periodismo, sino que lo complementan, ya que son sólo plataformas de distribución de contenidos, no un campo de investigación periodística ni de contacto con fuentes alternativas.

 

El futuro del periodismo y los nuevos perfiles

El estudio indica que la profesión camina hacia un periodista multimedia, capaz de adaptarse a un multiformato, de desenvolverse al mismo tiempo en varios medios y lenguajes, pues se trata de integrarse en una audiencia activa.

Hacen hincapié también los autores del libro en la confusión reinante entre periodismo y comunicación –y todo lo que rodea a ésta-: hay que diferenciar bien entre los fines del periodismo y los de la mera comunicación, puesto que no todo lo que se comunica es periodismo, aunque éste forme parte de aquélla.

Más de 4.000 periodistas en nuestro país se han visto afectados por los sucesivos reajustes de plantilla y sus funciones asumidas por otros profesionales que nada tienen que ver con el quehacer informativo. No pueden considerarse periodistas los ingenieros y desarrolladores de algoritmos, los gestores de contenidos, los creadores de aplicaciones para nuevos dispositivos, los community managers, etc.

La modalidad del periodista freelance es la única categoría laboral que ha crecido en la profesión, pero cuyo incremento los autores del volumen creen que irá en detrimento de la calidad de la situación laboral del periodista y, por lo tanto, de su trabajo.

Han colaborado en la elaboración de El periodista en la encrucijada, además de la coordinadora, Mª Pilar Diezhandino, Guadalupe Aguado, Pilar Carrera, José Fernández Beaumont, Obdulio Martín Bernal e Ignacio Muro. El estudio ha contado con los valiosos testimonios de José Manuel Calvo Roy, Iñaki Gabilondo, Alicia Gómez Montano, Álex Grijelmo, Magis Iglesias, José Joly, Gumersindo Lafuente, Juan Carlos Laviana, Gloria Lomana, Rosalía Lloret, Josto Maffeo, etc.  

El periodismo sólo sobrevivirá si ofrece un modelo de información de pago, según un informe de Fundación Telefónica
El periodismo sólo sobrevivirá si ofrece un modelo de información de pago, según un informe de Fundación Telefónica